Entrada anterior: Cambio climático: ¿cuánto es demasiado? 1: Requerimientos para un objetivo global
Si hubiera que determinar el objetivo en términos de incremento máximo de la temperatura media global, como menciona el acuerdo de Copenhague, lo primero a tener en cuenta es la referencia de base: respecto a cuándo se establece este incremento. No son lo mismo, pongamos por caso, 2 ºC más respecto al promedio de la era preindustrial o respecto al promedio de 1880-1920 con que a veces se juega, o respecto a la media móvil de los años anteriores a algún año concreto [ver Cuidado con la temperatura]. La cuestión es que, sin ir más lejos, el acuerdo de Copenhague, al referirse a los +2 ºC, simplemente no lo dice. Es más: el Acuerdo de Copenhague, contrariamente a la creencia general (y la mía hasta hace poco), no establece la cifra de 2 ºC como objetivo. Veámoslo:
“Para alcanzar el objetivo último de la Convención de estabilizar la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera en un nivel que evite una interferencia antropógena peligrosa en el sistema climático, y teniendo en cuenta la opinión científica de que el aumento de la temperatura mundial debería permanecer por debajo de 2 ºC, sobre la base de la equidad y en el contexto del desarrollo sostenible, intensificaremos nuestra cooperación a largo plazo para luchar contra el cambio climático.”
Si lo leemos atentamente veremos que lo que acuerdan los firmantes no es un objetivo sino, simplemente, intensificar la cooperación a largo plazo, lo cual es decir muy poco o nada. Cuando se refiere a nuestro punto focal [ver: Requerimientos para un objetivo global] escriben ‘teniendo en cuenta la opinión científica’, lo cual no es en absoluto cierto, como veremos más adelante. (más…)