Este personaje está (re)adquiriendo últimamente cierta notoriedad mediática, que debió de haber perdido hace mucho tiempo de forma definitiva. No es que la merezca ni la haya merecido. Simplemente, ahora le toca resurgir a él en la estrategia del negacionismo sin fin de ir resucitando cadáveres científicos que, de forma aparentemente incomprensible, vuelven por sus fueros con el mismo argumento una y otra vez, a pesar de haber sido definitivamente refutados.
Henrik Svensmark, físico danés en plantilla ahora de la unidad climática del Instituto Danés de Investigación del Espacio (Danish Space Research Institute, DSRI), perteneciente a la Universidad Técnica de Dinamarca, abarca un mínimo de dos frentes negacionistas. En el ámbito organizativo bebe de las fuentes de su paisano Bjørn Lømborg. En el ámbito argumentativo se parece a Richard Lindzen [ver: Negacionismo en La Vanguardia], el meteorólogo estadounidense ideador del ‘efecto iris’, según el cual la nubosidad global se adapta de forma automática para mantener constante la temperatura media de la Tierra, de forma análoga a como lo hace el iris del ojo en respuesta a la intensidad luminosa (1). Eso va en contra de toda evidencia mensurable (2), pero para estos personajes esto es un inconveniente menor, con el que ya cuentan.
El resurgimiento actual de las rarezas de Svensmark que ahora veremos podría, sin embargo, ser debido a que, nada menos que el CERN, está realizando experimentos de verificación / refutación de una de sus hipótesis (3), cuyos resultados, según parece, no tardarán en conocerse (4). (más…)