“We cannot solve our problems using the same kinds of thinking that caused them.[1]” Albert Einstein
Querido lector no asiduo,
Le pido una oportunidad. Lo que le voy a mostrar en lo sucesivo estoy seguro que no le va a dejar indiferente.
Isidre Fainé, presidente de CaixaBank, es a su vez el presidente actual del capítulo español del Club de Roma. Los miembros del Club de Roma no son un grupo siniestro de conspiradores ni de ingenuos filántropos despistados, como algunos creen. Son empresarios, académicos, economistas y educadores inquietos y responsables, que por lo demás nunca se han desdicho de las (reales) afirmaciones contenidas en el informe Los Límites del Crecimiento – en adelante LLDC – emitido en 1972 por el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Y ello a pesar de los duros ataques recibidos, no siempre honestos o legítimos, que diseccionaré. Lo que aquí le voy a mostrar, como podrá usted comprobar, está seriamente fundamentado. Ya le avanzo un primer malentendido: LLDC, al mencionar límites, no se refería al PIB. Y otro: LLDC no es ecologismo, y tampoco lo pretendía. Es física, y poco más. Más: sus previsiones se están cumpliendo.
Bloomberg, Financial Times y el Washington Post llevan publicando ya hace algún tiempo, para quienes lo quieran entender, lo que denomino causas aparentes, de hecho síntomas de buena parte de los problemas actuales. El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y hasta el Foro de Davos muestran signos de comenzar a ser conscientes de cuál es el verdadero problema. Nos aproximaremos aquí a la causa raíz, a través de una metodología ampliamente empleada en las escuelas de negocios en los últimos 40 años.
Dese cuenta de que entre quienes elaboraron el famoso informe se encuentran gentes que, como Jørgen Randers, fue después presidente de la Escuela de Administración de Empresas de Noruega durante ocho años. Dennis Meadows ha sido miembro del claustro de la Escuela de Negocios de Darmouth durante dieciséis años. James Forrester, el padre del modelo de ingeniería World3 cuyos resultados son la base de LLDC, fue el creador y director de la Sloan School of Management del MIT, con financiación de la Ford Foundation. Todos ellos forman, o han formado parte, de consejos de administración de grandes empresas.
Así que si es usted de derechas o socialdemócrata, productivista en suma, le ruego encarecidamente que lea el texto que sigue y esté atento a las sucesivas entradas de blog hasta completar la serie. De hecho se lo imploro, con más motivo si es usted economista o próximo a esta profesión. Constituyen un intento serio de relato coherente sobre la crisis actual, y de sus causas.
Y con más motivo si usted fue en su día confundido, y lo sigue estando en alguna medida, con respecto al famoso informe LLDC. Éste ha experimentado ya varias revisiones – la última muy reciente, del pasado verano, cuyas principales conclusiones le mostraré. Podrá conocer las críticas a las que en su día fue sometido, examinar su validez con el paso del tiempo, criticarlas a su vez y, en definitiva, hacerse (o rehacerse) su propia opinión.
En los textos que seguirán intentaré hacerle comprender cómo la integración de distintas disciplinas resulta altamente reveladora, y sugeriré documentadamente la posibilidad de examinar los problemas que nos están aquejando bajo el paradigma alternativo de la teoría de sistemas. Relacionaré la economía con la dinámica de sistemas y con la termodinámica, de una forma que es posible que no haya usted considerado hasta ahora. Cuando digo documentadamente me refiero a que el texto contiene más de 700 referencias que, como es costumbre en este blog, incluyen en su mayoría el párrafo referido, o bien un complemento del mismo. De esta forma las referencias constituyen un guion complementario para quien desee profundizar en este terreno. Mi propósito no es otro que transmitirle lo que yo he estado aprendiendo en los últimos meses y años.
Querido lector no asiduo, es posible que en ocasiones no le guste mi tono, incluso es posible que en algún párrafo se sienta herido. Le ruego que me lo disculpe, y que me permita esta licencia en aras de mi fluidez expresiva. Espero que no huya, pues confío en saber mantener, además del rigor, también el respeto. Pero en ocasiones no podré evitar alguna dosis de ironía.
A los lectores asiduos
Querido lector asiduo, seguidor de este blog y de otros canales por los que me expreso: gracias por su paciencia y espera. A partir de ahora iré publicando regularmente las entradas de esta serie hasta completar el extenso texto que ya está casi ultimado. Si le van gustando (crean un cierto crescendo), le agradecería que los fuera dando a conocer.
Por lo demás me siento en deuda con usted. Debo hacerle partícipe de mi evolución. Preveo que uno de mis próximos trabajos en este blog, en primavera, consista en mostrarle mi viaje intelectual, y también emocional, desde el cambio climático hacia lo que aquí intentaré hacerle ver. Si usted se ha preocupado por el cambio climático, estoy convencido de que le va a interesar, y preocupar, lo que en esta serie intento describir. Desde luego sigo interesado por el cambio climático, como podrá ver. Porque sigue siendo muy preocupante.
Gracias a todos.
PS: Índice de la serie aquí
Junio 2019: Descargar pdf del libro completo
[1] No podemos resolver nuestros problemas con el mismo tipo de pensamiento que los ha causado
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