Los medios españoles parecen ignorar que José María Aznar es uno de los 17 miembros del consejo de administración de News Corporation, la empresa matriz de los 247 medios del conglomerado de Rupert Murdoch. ¿No sabía nada de los métodos empleados por su patrono? ¿Por qué no dimite? El episodio Murdoch constituye un punto de inflexión en el devenir futuro de los medios de comunicación, y afectará a todos.
Los medios de comunicación son tan consustanciales a la democracia que pueden ser teorizados de forma simple como el elemento único (boca-oreja aparte) que constituye el lazo de retroalimentación del sistema. El proceso es el siguiente: la ciudadanía elige a unos representantes, parte de los cuales realiza unas políticas. Estas políticas, y sus consecuencias, son observadas (medidas) por los propietarios de los medios, cuyos trabajadores (designados sólo por los dueños, a su imagen y semejanza) realizan un proceso de producción cuya salida es la información y opinión que, por su parte, llega a la ciudadanía. Con esta información y su proceso mental particular, cada ciudadano corrige (eventualmente) el sentido de su voto, dando lugar a una distribución de representación política distinta de la anterior. Éstos efectúan sus políticas, lo cual es recogido por los medios, etc., repitiéndose el ciclo. Esto es así siempre, y sólo quedan excluidos del mecanismo quienes no tienen derecho al voto y los abstencionistas.