«Por mucho que cueste, la paz nunca es cara» (Cristina Figueres, Secretaria General de la Convención Marco del Cambio Climático, Naciones Unidas)
Dijo también Cristina Figueres:
Los cimientos básicos, la estabilidad misma sobre la que la humanidad ha basado su existencia, se verían amenazados…
Como sin duda sabrán mejor que yo, estas son las razones por las que fuerzas armadas de todo el mundo están haciendo planes para hacer frente al cambio climático, ajustando sus presupuestos, sus estrategias y sus prioridades.
Es comprensible, pero la propia magnitud del reto de la seguridad en un mundo cada vez más conciente de los avanzados impactos del cambio climático podría desbordar la capacidad de cualquier país para defenderse a nivel nacional, por no hablar de su capacidad para cubrir los gastos que eso conlleve.
Ayer 15 de febrero, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco del Cambio Climático de Naciones Unidas se dirigió a los representantes de la ciudadanía en estos término,s pero no en el Congreso de los Diputados. No en el Parlamento, sino en sede tan significativa como el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional [ver Cambio climático, milicia y espionaje: llamamientos del estamento militar e intervención de la CIA en negociaciones]. Entretanto, aquí mareamos la perdiz con sortus y faisanes, cosas que parecen más importantes. Bueno, las únicas importantes, porque las palabras de Cristina Figueres no han merecido la menor atención de los medios de comunicación españoles. Por lo menos aquellos donde yo he buscado, he visto o he oído.
En África el rendimiento de los cultivos podría disminuir hasta un 50% para 2020
Este endemoniado lenguaje condicional de la secretaria general está copiado del lenguaje científico. Es comprensible en un paper de la literatura científica, pero es inadecuado delante del poder político y militar, porque ofrece la posibilidad de que uno entienda justo lo que quiere creer [ver Por qué, probablemente, usted no se lo cree]. O sea, que también podría ser que no ocurriera.
En cambio, cuando quien se expresa es la secretaria general de esta rama de Naciones Unidas, hay que interpretar la base no expresada del condicional en términos de si la ciencia está en lo cierto, cosa que dejo a la interpretación del lector [ver Tipología del negacionismo: los climatólogos negacionistas no son sólo el 3%: son también los peores]. De modo que, si convenimos que la ciencia está en lo cierto, no es que pudiera ocurrir, sino que ocurrirá.
A pesar de todo, Cristina Figueres no puso paños calientes frente a nuestros poderes políticos, y algunos de los demás. El estrés hídrico y alimentario plantea para España un problema de seguridad fronteriza del mayor nivel imaginable:
Qué será mejor: continuar aumentando un presupuesto militar mundial tradicional que ha aumentado un 50% en términos reales del año 2000 al año 2009 y continúa aumentado? O aumentar un presupuesto militar preventivo a través de la inversión en adaptación y crecimiento basado en un bajo nivel de emisiones de carbono y evitar el caos climático que exigiría una respuesta militar de defensa comparada con la cual el gasto actual parecería pequeño?
Lo que quiere decir Cristina es que, si bien en una ocasión ahuyentamos a 1.000 personas de las fronteras de Ceuta y Melilla a base de hacerlos retroceder por campos minados sin que aquí nadie hablara de ello, necesitaríamos un presupuesto significativamente mayor para ahuyentar a los 600 millones de personas que el moderado IPCC calcula que sufrirán estrés hídrico en 2050. Claro que, si las cosechas hubieren disminuido a la mitad en 2020, no habrá que esperar tanto para tenerlos llamando a la puerta porque, con el nivel de precios de los alimentos en 2011 debido a la inestabilidad climática, de momento ya se han rebelado en sus propios paises, y todavía está por ver que sus gobiernos puedan dar de comer pan, sólo pan, a su población [véase La influencia del cambio climático en la insurrección árabe]. Si en lugar de 1.000 fueran un millón ¿qué hacemos?
Damas y caballeros, debo [hacer] sonar la voz de alerta.
A los lectores asiduos de este blog esto no les sonará extraño, conocedores de la situación de emergencia a la que se refirió el secretario generalísimo Ban Ki-Moon ya en 2007. Pero a nuestros medios de comunicación les debe parecer una verdad demasiado inconveniente para que la conozcamos, no vaya a ser que tengamos algo que decir al respecto (y creo que soy indulgente). Yo he tenido que enterarme de esta comparecencia vía EE.UU y en fuentes relativamente minoritarias.
También sé que los nuevos presupuestos de defensa no se dirigen a reducir el cambio climático ni a proteger a las crecientes poblaciones hambrientas y sedientas, sino a desarrollar o comprar ejércitos artificiales en forma de robots de barrera dirigidos desde salas de control remotas, de forma que puedan matar africanos a distancia (por cierto una de las características diferenciales de nuestra especie), pero ahora sin necesidad de intervención de la infantería humana. ¿Cuántos millones de asesinos inhumanos vamos a necesitar? Si esa fuera la respuesta que permitiéramos ¿los podriamos pagar? Digo sólo pagar, porque, visto lo visto, no parece que vayamos a tener necesidad de soportar su actuación en los telediarios.
Como fuere, sabe de lo que habla:
El actual nivel de ambición sobre la mesa [de negociaciones] equivale sólo a un 60% de lo que hace falta para limitar la subida de la temperatura a los 2 grados acordados. Es más, de hecho una subida de 2 grados no garantiza la supervivencia de los pequeños estados insulares ni alivia el estrés hídrico en África.
Figueres hace su papel positivo, aunque algunos tengamos dudas de si ella se cree – o no – que no hemos superado todavía el punto de no retorno [ver Entender la gravedad del cambio climático: 2. ¿Qué es el cambio climático “desbocado”? (Punto de no retorno ¿hacia adónde? y también El nuevo negacionismo climático posibilista]. No dice que +2 ºC ya resultan virtualmente imposibles de alcanzar y que esa temperatura media de la Tierra equivale a un incremento del nivel del mar de unos 7 metros a medio plazo.
En todo caso nos advierte de que no vamos bien:
Por eso les insto a invertir en aquello que pueda conducirnos a todos hacia una paz basada en la colaboración y no el conflicto, una paz basada en el crecimiento necesario y no en el consumo irresponsable, una paz basada en nuestra interdependencia natural y no en el aislamiento artificial.
¿Crecimiento necesario? Si es para los países africanos, de acuerdo. Pero nosotros ya hemos crecido demasido, y es precisamente nuestro overshoot el que lleva a los demás al estrés alimentario e hídrico. A los demás primero, y a nosotros, presumiblemente, después.
¿Cuándo, exactamente? Sólo lo sabremos cuando lo tengamos encima. Cuando ya no tenga remedio, si es que ahora todavía lo tiene.
Puede descargar el discurso completo en español aquí.
Interesantísimo, difundo ;)
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Gràcies, Toni.
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molt bon article, el difonc per les nostres llistes. Salut Ferran.
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Gràcies Héctor.
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Hace aproximadamente un año que sigo tu blog, Ferran, y me parace lo mejor que he descubierto desde hace tiempo. Sólo encuentro palabras de agradecimiento por la labor formativa e informativa que estás haciendo. Gracias.
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Muchas más gracias a ti, eneko. Estas palabras ayudan mucho.
Un fuerte abrazo,
Ferran
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Ferrán, quiero hacer público en internet un artículo sobre el cambio climático. Lo he titulado «Crítica al cambio climático del IPCC». En él, tras analizar el cuarto informe (wg1) del IPCC, cuestiono el fundamento científico del cambio climático.
Tal vez sería interesante para tí y para los que siguen tus investigaciones si pudieses postear mi artículo en tu web.
Seguro que le sacarías mucho más jugo a mi artículo que a lo dicho por la Señora Figueres.
Contáctame en el email que te he dejado si estás interesado.
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Lo siento Antonio, aquí no negamos fundamentos científicos, y menos los que han sido ya elevados al rango de teorías (ver Cambio climático e integridad científica). Deberías publicar en una revista científica peer review del más alto nivel, tipo Nature o Science. Esto en el caso de que tus sorprendentes averiguaciones superen las revisiones de los expertos, que están deseando, junto a todos nosotros, que alguien les niegue sus conclusiones y les diga dónde están mal sus mediciones.
Si lo consigues, ten por seguro que ganarás el próximo premio Nobel, te harás inmensamente rico y serás mencionado en los libros de historia de la ciencia por toda la eternidad.
Entretanto, puedes dirigirte a plazamoyua.wordpress.com, a hazteoir.org o a otros negacionistas publicitarios de diversa índole. Te recibirán con los brazos abiertos. Si es que no eres ya uno de ellos.
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