Con la excepción del fundamentalismo cristiano dominionista, especialmente influyente en los Estados Unidos, y de influencia creciente en América Latina y ciertos países africanos, como Uganda, todas las religiones del mundo han manifestado en alguna ocasión su preocupación por el cambio climático y sus consecuencias. La conferencia de Durban ha sido el marco en el que se ha emitido una declaración interconfesional en la que, básicamente, se acepta la gravedad del problema y se admiten sus orígenes, se muestra una seria preocupación por los afectados, pertenecientes a los sectores más vulnerables del mundo, se invita a la población mundial a respetar la vida y la creación divina.
Suscriben la declaración desde el Dalai Lama hasta el anglicano Desmond Tutu, pasando por decenas de organizaciones judías, cristianas, islámicas, hinduistas, budistas, tales como el Consejo Mundial de Iglesias, el Consejo Mundial de Líderes Religiosos, Pax Christi, entre muchas otras y también religiones politeístas de especial implantación en África.
“Todas las religiones del mundo, comparten los mismos principios fundamentales: la reverencia o respeto por la vida y por la creación divina. En contradicción con estos principios, nosotros seguimos emitiendo gases de efecto invernadero que calientan el planeta, alteran el clima, acidifican nuestros océanos y ponen en peligro el futuro de la humanidad además del de todas las demás creaciones divinas … Aceptamos y reconocemos a las ciencias que demuestran que el cambio climático es un problema serio. Insistimos en que nuestros dirigentes internacionales actúen como tales y mantengan los objetivos que reflejan la realidad de la crisis climática … Comprendemos que el cambio climático no es solo un síntoma de nuestra economía o una insuficiencia tecnológica: es un problema cultural, moral y espiritual. Esta es una buena razón por la que deseamos reunir a todas las religiones de la Tierra para guiar e instruir a las personas que siguen la llamada de nuestras creencias. Debemos aprender a vivir juntos, a proteger los recursos, los ecosistemas y la biodiversidad de nuestro planeta. ”
En el acto de presentación del documento, y a partir de una expresión de Mahatma Gandhi: “La Verdad es Dios”, han mostrado su visión de la complementariedad entre ciencia (verdad) y Dios (fe) Asimismo, han leído párrafos de los libros sagrados en los que interpretan la voluntad de Dios según la cual los humanos deben conservar su Creación.
La presencia de la presidenta Christiana Figueres, a quien se intuía emocionada por el acto, ha resultado especialmente simbólica.
Habría que pensar el porqué algunas religiones no apoyan el movimiento contra el cambio climático. Igual es que acaso piensan que las acciones del hombre están guiadas por una mano divina…
La verdad es que hay cosas que son realmente incompresibles, y una de ellas es esa clase de ignorancia.
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