Conocí a Gail E. Tverberg por casualidad, pues cuando anoté en mi agenda un acto en Cosmocaixa (Barcelona) sobre la energía no figuraba en el panel. Al final el panel fue de auténtico lujo, y ahí estaba Gail E. Tverberg, editora del web The Oil Drum y residente en Atlanta.
Justo el día antes acababa yo de atrevirme a una primera incursión por el mundo de la macroeconomía, tras el estímulo que me produjo la asistencia a un acto singular. Alguien que sabía mucho realizó un comentario a esa entrada, que incluía una objeción a la que no supe responder. Pero lo que el comentarista cuestionaba y yo no supe aclararle lo había visto en la web The Oil Drum. Así que, al terminar el acto, abordé inmediatamente a Gail (a quien había supuesto, no sé por qué, del género masculino) y no sólo encontré la respuesta a la inquietud de mi comentarista que después publiqué. Tambien conocí a una señora afable, encantadora, y muy, muy preocupada. Gail tuvo la amabilidad de responder por escrito a distintas preguntas para los lectores de este blog.
The Oil Drum, Energy Bulletin, Transition Voice y algunos otros sitios web comparten lo que aquí diríamos catastrofismo, pero lo hacen con mucho fundamento y rigor, de modo que sus posiciones son muy respetadas entre quienes se acercan a estos problemas con la mente abierta y sin prejuicios. No son webs puramente ecologistas, sino promovidas o soportadas por individuos a menudo procedentes de las más prestigiosas universidades. En concreto, The Oil Drum sostiene que ya hemos alcanzado el pico del petróleo y que sus consecuencias van a ser eso, catastróficas. Lea la entrevista y recibirá inestimables consejos para el próximo futuro.
Aquí tratamos del cambio climático, de modo que, a la pregunta de si el pico del petróleo tendrá influencia en el clima del futuro, la respuesta es de todo punto contundente:
“Es muy posible que el pico de combustibles fósiles afecte a la evolución del cambio climático. Si esto es así, probablemente no quedaremos muchos para certificarlo.”
Gail ha respondido a las preguntas en grupo. Como lo importante son sus respuestas más que mis preguntas – dado además que no ha rehuido ninguna – transcribo a continuación su propio texto, que habla por si mismo (las ilustraciones han sido elegidas por mi):
Respecto a ella y el sitio web que gestiona
The Oil Drum fue inaugurado en 2005, e ideado por dos catedráticos de Universidad. Mi participación se inició en 2006, pero no fui miembro del comité de dirección hasta 2007.
La organización es mucho más compleja de lo que parece a simple vista. Hay un consejo de administración, del que yo no formo parte, que, entre otras muchas cuestiones, decide cómo debe funcionar la web. Ahora consto como única redactora, pero a largo plazo la intención es que haya más personas en esta función. Es mucha responsabilidad para una única persona cuando, de hecho, somos muchos más.
Me di cuenta ya en los años 1973-1974 de que el petróleo iba a tener un fuerte impacto en el mundo, y en la economía en particular. Durante ese tiempo trabajé para dos compañías aseguradoras, una pequeña y otra grande. La pequeña quebró, más o menos como consecuencia de la crisis del petróleo de la época. La grande casi quiebra también, pero fue vendida cuando sus acciones valían sólo dos dólares, con serias dudas sobre su viabilidad a largo plazo.
Cuando, en 2005, me informé de nuevo sobre la situación del petróleo, me preocupé muy seriamente. Pude darme cuenta de que la escasez del petróleo iba a afectar muy pronto al sector financiero. Comencé a escribir sobre el tema en 2006, cuando todavía ejercía de consultora para el sector asegurador. Dejé esta última actividad en marzo de 2006 para incorporarme a The Oil Drum, pues el aprecio de mis escritos por parte de sus responsables les llevó a pedirme que trabajara con ellos.
He aprendido que es posible trasladar las habilidades analíticas y de redacción de informes de un lugar a otro. He aprendido mucho del sector petrolífero, de la gente que escribe comentarios en The Oil Drum, de los datos que publica la EIA (Energy Information Administration) y en los viajes organizados por el American Petroleum Institute. He aprendido que estar siempre disponible y asumir responsabilidades constituye una parte muy importante del éxito. También he aprendido que es necesaria una permanente dosis de humor, y que no hay que enojarse demasiado por mucho que las cosas no vayan como se habían planificado.
Respecto a la relación energía – PIB
La energía es necesaria para producir los alimentos tal como ahora lo hacemos, y para fabricar y transportar bienes. El sector servicios no requiere tanta energía, pero lo cierto es que no existe ningún sector económico que esté completamente al margen del suministro de energía. Por ejemplo, no se realizarían servicios si sus trabajadores no pudieran emplear sus salarios en comprar energía. Además, muchos servicios están basados en la informática.
En la medida en que podamos importar bienes fabricados en otras partes del mundo y realizar sólo servicios, podemos aparentar que el PIB crece sin aportación neta de energía. Pero cuando la cantidad de energía disminuya creo que se producirá un desacoplamiento. Los servicios (como el sector financiero) tenderán a desaparecer de forma desproporcionada sin la cantidad adecuada de energía disponible, de modo que el PIB disminuirá más deprisa que el suministro de energía.
En los últimos años el carbón ha crecido muy deprisa en China y la India, lo que ha ayudado a desacoplar la economía mundial de la evolución del petróleo. En los Estados Unidos y en Europa creo que, hasta 2008, la creciente deuda privada ha jugado un papel sensible en la ocultación de la falta de crecimiento, enmascarándola. Desde 2008 creo que lo que mantiene el PIB al alza es la deuda pública. Pero me pregunto hasta qué punto existe cierta magia en las cifras que últimamente se nos presentan.
Respecto a cómo sabremos si se ha alcanzado el pico de Hubbert
Creo que los síntomas del pico del petróleo comenzaron poco después de que el suministro dejara de crecer. El crecimiento se detuvo en 2004 o 2005, y la evidencia del pico comenzó a sentirse en 2006 con el declive del mercado estadounidense de las hipotecas subprime, cuando se inició la caída del precio de la vivienda.

Declive del suministro de petróleo basado en el análisis de Anthony Eriksen sobre los proyectos planificados (Gail Tverberg)
Los impactos fuertes del pico del petróleo consistirán en créditos impagados y recesión. En mi opinión, estos impactos ya han comenzado. No estoy convencida de que el precio del petróleo pueda mantenerse muy elevado durante mucho tiempo. Este es también un motivo por el que la producción de petróleo no aumentará a largo plazo, y por el que sus sucedáneos no serán tan útiles.
Preveo que el declive en la producción de petróleo tendrá básicamente causas económicas (aunque, por supuesto, la geología juega también su papel). La causa más verosímil a día de hoy es un incremento en los impuestos a los carburantes (combinado probablemente con disminución de los salarios y de los beneficios empresariales) establecidos por gobiernos que no podrán aguantar grandes déficits presupuestarios de forma continuada. Más impuestos y menos beneficios supondrán una disminución importante del consumo en bienes discrecionales y en la devolución de créditos. El resultado será la recesión y el aumento de créditos impagados, reduciéndose en consecuencia la demanda de petróleo. De alguna forma, la demanda actual es mucho mayor de lo que debería ser, sólo debida al elevado déficit de los gobiernos.
Respecto a cómo será la transición
Me gustaría poder ver una transición gradual, pero mucho me temo que ya es imposible a estas alturas. La población mundial es demasiado numerosa, y los cambios necesarios son demasiado fuertes. Lo que realmente se necesita es un cambio hacia atrás, hacia tecnologías más robustas que puedan ser replicadas con materiales locales. Hay también una necesidad considerable de conocimiento del tipo de horticultura que es viable en cada lugar, y de qué forma hay que emplear la rotación de cultivos y otros planes para minimizar el impacto de la escasez de fertilizantes, pesticidas e irrigación. Veo el problema del agua con mucha preocupación. Si las ciudades no pudieran mantener el suministro de agua por problemas en la electricidad, financieros u otros, los residentes pueden verse forzados a huir en masa.
Es muy posible que un decrecimiento rápido causara una ruptura del sistema financiero, mucho más rápida y completa que en otras circunstancias. Me resulta difícil ver la utilidad de esta estrategia.
Respecto a la acción política
Las principales figuras políticas y económicas no ven una salida y, además, cualquier cambio mayor requiere un cambio en la visión del mundo muy superior al que la mayoría de la gente está dispuesta a admitir.
Creo que hay un grupo de personajes políticos que son conscientes de la situación, aunque probablemente no la entienden del todo. Piensan que el riesgo consiste en un aumento de los precios, pero que el sistema económico puede seguir funcionando como ahora (BAU: Business as usual). Esto es algo que las personas de ingresos elevados, y quienes se encuentran en posiciones de poder, pueden tolerar. Pero los demás no.
Respecto a cómo protegernos
No estoy completamente segura de que podamos realmente cuidar de nosotros mismos. A lo largo de la historia, la tasa de mortalidad ha sido mucho más elevada que en la actualidad, y eso va a volver a cambiar. De alguna forma tendremos que cambiar nuestras actitudes, disfrutando del día a día tal como se presente, y sin preocuparnos demasiado de las cuestiones del futuro. Podríamos tener que buscar otras parejas, hacernos cargo de los niños de nuestros familiares… de modo que las cosas vayan funcionando.
La flexibilidad será muy importante de cara a nosotros mismos. No creo que a nadie se le pueda asegurar que seguirá viviendo tal como vive ahora, que tendrá el mismo trabajo o que su cuenta corriente seguirá existiendo. Si pudiéramos mantenernos en el mismo sitio donde ahora vivimos debemos planificar desde ahora la forma en que cuidaremos de nosotros mismos, pero sin contar con los servicios ciudadanos actuales, ni bienes llegados en camión, ni en electricidad. Tal vez la realidad sea algo mejor, pero prever el caso peor y desear lo mejor parece una estrategia válida. Será importante tener conocimientos en horticultura y rotación de cosechas, pero también tener familiares, vecinos y amigos con quienes podamos contar. También es importante cuidar nuestra salud, de forma que no tengamos que depender tanto del sistema médico actual.
Nosotros aquí preocupados por el cambio climático y temiendo un cambio súbito en los próximos 20 años y, ya ven, según Gail Tverberg, y muchos otros analistas, ya tenemos encima el pico del petróleo.
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Saludos
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Muy buena la entrada.
Saludos desde el sur de Chile!
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