Ayer por la mañana asistí a la marcha mundial por el clima en mi ciudad, Barcelona. Unas 2.000 personas, según la Guardia Urbana, recorrimos unos 2 km por el Passeig Marítim. El clima acompañaba, pues era altamente bochornoso – mucho más más típico de mediados de julio-agosto que de saludo de bienvenida al equinoccio. Los asistentes eran en su mayoría jóvenes en su veintena y treintena. Pero todas las edades estaban representadas.
“Be sure to wear some flowers in your hair”, cantaba Scott McKenzie en referencia a la capital americana del movimiento hippie de los años 60, San Francisco. Era lo único que faltaba en nuestros hábitos, pues vestíamos casi todos de blanco, tal como nos habían sugerido. Muchos portaban un corazón verde recortado en cartón sobre el pecho adherido con imperdible. Pasear junto a la playa de Barcelona añadía magia a la reunión. Al terminar se realizaron diversos ejercicios espirituales de apoyo a y conexión con Gaia, en un acto más parecido a una misa que a una petición o exigencia de algo en particular. No faltó el pacifismo de John Lennon, como puede verse y oírse en el video que adjunto. El helicóptero de la policía era olímpicamente ignorado, pues primaba una íntima hermandad. Climática en particular, y ecologista en general. El grito más subversivo coreado por los manifestantes fue «Energías limpias ya».
No sé si todas las manifestaciones de ayer, previstas en 2.800 ciudades de todo el mundo, tuvieron el carácter místico y trascendental que ha sido promovido, o seguido, por los organizadores del evento de Barcelona.
Dado que el negacionismo económico y climático estadounidense aúna a los económicamente más liberales con los cristianamente más fundamentalistas, el tsunami de propaganda emitida hacia todo el mundo por parte del contramovimiento antiecologista – que la derecha organizó en los 70-80 – tachaba al ecologismo de corriente religiosa. Desde luego infiel, pues tenía a Gaia por su Dios alternativo. De esta forma se aseguraba la complicidad de sus seguidores, prestos a aceptar y combatir la idea de un enemigo divino común percibido desde una fe supuestamente contraria. Que, les decían, y les siguen diciendo, es amenazante hacia los designios de dominio de la Tierra ordenados por el Dios verdadero a través del Génesis.
Por mi parte tengo más fe en las leyes de la física, singularmente en las de la termodinámica. Tal vez algún Dios fue su creador, y haya querido establecer así nuestro marco normativo. Como fuere, su fuerza impositiva es total, y nadie en su sano juicio puede oponerse a ellas sin pagar un alto precio.
No dudo de que la disrupción energético-climática que nos vamos a encontrar a la vuelta de la esquina tenga otra forma de sobrevivirse que no sea mediante el cuidado de la Madre Tierra, el amor entre los hombr@s, y la cooperación entre las personas de buena voluntad. Pero para alcanzar algún resultado tangible, entiendo que la (sistémica) organización Avaaz debería haber promovido la emergencia de por lo menos un punto mayor de indignación a los que allí estábamos. Por lo demás, los organizadores catalanes podrían haber movido mucho más la información del acto y la presencia en los medios. No vi a nadie con aspecto de periodista, ni cámara profesional alguna. Esta mañana Catalunya Radio decía que sólo hubo una manifestación climática en España, y que tuvo lugar en Madrid.
Adorar a Pacha Mama está bien para quien lo sepa disfrutar, pero hacerlo durante tanto rato y como leitmotiv casi único en una manifestación que pretende presionar a los líderes mundiales conlleva el riesgo de adormecer a todos los buenos corazones que ayer se congregaron, y de resultar inútil para evitar que Gaia quede a merced de las pulsiones de otros, más combativos. Tal vez los estrategas centrales tengan previsto que ayer tocaba fiesta espiritual pero que, de cara a Paris 2015, ya se apretarán un poco más las tuercas. Veremos.
Pero si la reacción al gravísimo problema energético-climático, y la lucha contra sus causas subyacentes, sigue exhibiendo tanta mística, y sólo exhibe mística, no avanzaremos lo necesario. Vale la pena a este respecto conocer la opinión de Naomi Klein, aquí y aquí.
El movimiento ecologista se encuentra en una encrucijada, que debe resolver pronto por el bien de todos.
Hola, Ferran.
Es dingo de alabar tu compromiso, así como tu labor crítica. Estoy totalmente de acuerdo con la necesidad de alcanzar un nivel de respuesta sostenido y suficiente, y estamos (muy) por debajo. Ante la realidad radical, ya no cabe amortiguar la reacción.
Por otro lado, quería preguntarte si la evolución de la banquisa este verano te parece consistente con las previsiones, asumida su no linealidad. Gracias. Eskerrik asko.
Eneko
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Hola Eneko,
No he seguido muy atentamente este año la evolución ni leído todavía la parte del nuevo IPCC al respecto y no te puedo contestar ahora con el rigor que me pides, aunque creo que la respuesta es que si.
Aunque hay que atender sobretodo al volumen de hielo, cuyo grosor es ahora tan pequeño que algunos auguran que, salvo invierno muy frío (allí), el año próximo podría ser un nuevo récord.
Un abrazo,
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Manifestaciones muy descafeinadas, parece que no se ha querido dar la importancia que tenía. Los partidos políticos pasan de este tema olímpicamente.
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Estoy de acuerdo totalmente con Ferran, las manifestaciones han sido muy descafeinadas, la de Madrid también.
Las organizaciones ecologístas no han puesto el tema sobre la mesa de verdad, y por supuesto los partidos están a otra cosa.
Parece que este tema se quiere hacer pensar que sólo tiene que preocupar a 4 ecologistas lunáticos y que ahora sólo toca hablar de la crisis de elecciones etc etc
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Ferran,
Gràcies per la crònica. Volia haver participat activament en l’organització de l’acte però no vaig poder implicar-me i ni tant sols assistir, per problemes familiars.
I felicitats de nou pels escrits al teu blog!!!
Una abraçada,
Jordi Vilardell
Latituds
http://www.tv3.cat/latituds
34 – 93 499 95 67
Televisió de Catalunya
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