Oiremos estos días comentarios de todo tipo señalando que el huracán Sandy que ha azotado a Nueva York y que, según algunas informaciones (1), ha puesto en estado de emergencia a 60 millones de personas, no puede ser relacionado expresamente con el cambio climático. Por ahora no he oído presentador meteorológico televisivo alguno – gentes preocupadas, por lo que parece, sólo por el corto plazo – que haya realizado esta conexión, y que ni siquiera haya pronunciado estas dos palabras malditas.
Sin embargo, resulta muy evidente. Estamos frente a una tormenta tropical alimentada por el combustible que supone una temperatura de la superficie del mar tres grados por encima de lo normal para la época; una temporada de huracanes más dilatada de lo normal; un huracán que alcanza una latitud muy por encima de lo normal; y que en su recorrido choca, casualmente, con una llegada de aire polar anormalmente frío o que se produce antes de lo normal. No es extraño que, en estas condiciones, tenga lugar un conjunto de récords de todo tipo por lo menos en la zona (mínimo de presión atmosférica, altura del oleaje, nivel de afectación, etc.). Pero el récord que cuenta es el de daño y destrucción: la mayor inundación nunca conocida en Nueva York. Un escenario, en miniatura, equivalente al de la película ‘El día de mañana’.
Estas situaciones anormales pueden ser atribuidas a la variabilidad natural del sistema climático. Sí, pero ¿todas? Porque es el concurso de todas ellas lo que convierte a este fenómeno en tan excepcional, tan de ‘uno cada mil años’.
Nuestros mecanismos de defensa, bien sean naturales o inducidos, pueden llevarnos a creer que todas estas anormalidades son fruto de una gran casualidad, cosas del destino. Pero si atendemos a la literatura científica nos damos cuenta de lo siguiente:
- Por cada grado centígrado adicional, la atmósfera puede absorber un 7% más de humedad, o sea agua. Ello sin perjuicio de la mucha mayor cantidad de energía que atesora el sistema ciclónico.
- Dado que en los últimos años el calor se está acumulando principalmente en los océanos, esas temperaturas superficiales anormalmente elevadas se mantienen también a cierta profundidad. Así, el efecto de mezcla con las aguas profundas que provoca el tornado no lo aplaca en la misma medida que en condiciones normales.
- Distintos trabajos publicados en las más reconocidas revistas científicas llevan años anunciando el aumento en la intensidad y la capacidad destructiva de los ciclones tropicales, debido al forzamiento climático de origen humano, aunque seguía sin haber un acuerdo sobre si su frecuencia de ocurrencia iba o no a aumentar (2 a 7), e incluso con alguna duda aislada sobre su intensidad (8).
- Las mediciones de detalle efectuadas resultan ser consistentes con las predicciones mayoritarias, pues cuando se entra en el terreno cuantitativo se advierte claramente que, en efecto, esto ya viene ocurriendo por lo menos desde el último cuarto del siglo pasado. Y (también) que la frecuencia de ocurrencia en el Atlántico y la intensidad en general han aumentado, confirmando y acotando así las predicciones referenciadas[1] (9,10,11).
- En febrero de 2012 un paper académico cuantificó el riesgo que corría la ciudad de Nueva York, señalando que:
«Demostramos que el cambio en la climatología de la tormenta incrementará probablemente el riesgo de fuertes oleajes en NYC; resultados basados en dos GCMs (modelos) muestran la distribución de los niveles de oleaje cambiando hacia los valores más elevados en una magnitud comparable a la del nivel del mar previsto. El efecto combinado de los cambios en el régimen de tormentas y un metro adicional del nivel del mar pueden causar que, a final de siglo, las inundaciones de ‘una cada 100 años’ tengan lugar cada 3-20 años…» (12)
- Los años, como el 2012, en cuyo verano la superficie de hielo del Ártico ha sido especialmente reducida provocan inviernos singularmente fríos en Europa y América del Norte, debido a que promueven una mayor amplitud de la corriente en chorro. Esto, que era sólo una sospecha y que tratamos aquí en relación a la incredulidad del meteorólogo Florenci Rey, ha resultado sancionado por la evidencia en los últimos meses (13,14,15). Éste es el origen del chorro de aire gélido con que se ha encontrado Sandy, situación que lleva a la calificación de ‘tormenta perfecta’.”
- Hasta William D. Nordhaus, un ‘economista del cambio climático’ – a quien tengo por un elemento objetivamente negacionista – ha analizado el escenario, anunciado que los daños por estos fenómenos aumentarán, y deducido una especie de ley según la cual el daño económico de estos sucesos es proporcional a la novena potencia de la velocidad máxima del viento (16).
Cuando piense usted en el efecto invernadero del CO2 le ruego que tenga siempre presentes, indisociablemente, los aerosoles que lo contrarrestan (17,18). Sabiendo que estos aerosoles no son naturales, sino emitidos por el sinnúmero de centrales térmicas de generación de electricidad a base de carbón que no recogen estas emisiones (algunas antiguas USA y todas las actuales chinas e indias – por lo menos). Sepa que es posible que estén apantallando hasta el 75% del calentamiento que deberíamos estar experimentando de no ser por la presencia de este amortiguador, necesariamente transitorio.
[Es importante recordar que, de eliminarse estas emisiones – lo que deberá acabar ocurriendo porque son tóxicas a la respiración – la temperatura media de la Tierra aumentaría súbitamente (19,20), tal vez un par de grados más que el grado que ya llevamos, provocando muchísimo más daño todavía].
En estas condiciones, parece que la posición más razonable debería ser considerar que la mejor explicación de lo acaecido reside, como mínimo, en una confluencia de distintas causas meteorológicas, y que esa concurrencia ha sido potenciada por el cambio climático.
Por otra parte, es interesante que los meteorólogos califiquen este fenómeno concreto como una tormenta perfecta, dado que esta expresión existe también en el dominio conceptual climático, versión filosófico-académica. Se trata de la denominada ‘tormenta ética perfecta’, en palabras de Stephen Gardiner, catedrático de ética, especialista en ‘ética del cambio climático’, de la Universidad de Washington:
“Estas tres tormentas tienen lugar en la dimensión global, intergeneracional y teórica; argumentaré que su interacción contribuye a exacerbar y a oscurecer un problema emergente de corrupción moral que puede ser de mayor importancia práctica que la de cualquiera de ellas consideradas aisladamente.” (21)
Ya lo ve. Pocos años después de descubrir el problema climático uno creía (érase 2007) que la tormenta perfecta iba a ser la conjunción de la crisis financiera, el pico del petróleo, y el cambio climático. Quienes defendían esta tesis de catástrofe y quienes la veíamos verosímil situábamos su ocurrencia, más o menos simultánea, alrededor del año 2030 (22).
Sin embargo, las dos primeras crisis ya las tenemos aquí, y la tercera se va manifestando progresivamente, siempre con mayor anticipación que la formalmente prevista. De modo que puede muy bien ocurrir que nos estemos encontrando ya en la antesala de un tipping point social en el que las sociedades comienzan a derrumbarse sin que nadie sepa qué hacer para evitarlo. Es nuestra tormenta perfecta.
¿Servirá para algo que la capital del mundo la haya vivido, y producirá alguna reacción? Está por ver. Como fuere, no ha sido una tormenta solo sufrida por los ciudadanos de Nueva York y alrededores, y también los del Caribe.
Estas tormentas son las de todos nosotros.
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Pues claro que es el cambio climático
Notas
[1] Para iniciados: en uno de los trabajos participó Judith Curry, que después pasó súbitamente al negacionismo, movimiento para el que es todo un ídolo. Otro está liderado por Michael Mann, probablemente el científico más odiado por el negacionismo. Ambos trabajos llegan, fundamentalmente, a las mismas conclusiones.
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La tormenta perfecta llega a la capital del mundo
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Excelente articulo, a tomar mucho en consideración.
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Hola Ferrán,
Felicidades nuevamente por la entrada y por los apuntes que indicas respecto a las causas y consecuencias añadidas del cambio climático a las intensidades de la tormenta perfecta Sandy.
Respecto a la falta de noticias en los medios de comunicación habituales, ayer mismo leía una noticia digital en un dirario, donde relacionaba Sandy con el cambio climático, la noticia era «Sandy, un huracán hasta un 10% mas intenso por el cambio climático», e intervenía Kevin Trenberth del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de los EEUU.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/30/ciencia/1351591508.html
Lo dicho, gracias por tu nueva entrada, tan esperada en el día despues de «La tormenta perfecta».
Fer.
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Tal vez tenga un 10% mas de agua por el cambio climático, pero entiendo que éste influye en el propio hecho de que ocurra el fenómeno. Tantas anormalidades, siendo todas ellas consistentes con las distintas predicciones climáticas, y todas a la vez, son difíciles de explicar sin su influencia.
Por otra parte, Trenberth sostiene en un paper reciente que la pregunta sobre si influye el cambio climático en los extremos meteorológicos está mal planteada, pues al ser ahora la atmósfera bien distinta a la de «antes», y la energía acumulada por el sistema tan grande, todos los fenómenos actuales están influidos por él de forma inherente.
Gracias una vez más por participar, Ricardo y Fernando.
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Felicidades y gracias de nuevo Ferran.
Ante una situación de alto riesgo creciente, ¿como habría que tractar a quines hacen dejación del rol de prevención y gestión que tienen asignado? ¿Traición?
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En mi opinión algo mucho peor, pues ponen directamente en riesgo, a sabiendas, la vida de las personas y la casa de todos.
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Gracies Ferran, ho paso als meus alumnes.
Jordi, tienes razón.
hace unos dias unos geologos sismicos fueron condenados por no ser prudentes en los avisos de riesgo en los terremotos del Aquila. Bien, si lo hicieron mal deben ser amonestados o lo que sea, ignoro la pena.
Que hacemos con todos los economistas, banqueros y políticos que nos han metido y nos mantienen en esta estupidez del BAU, en este desastre y callan y callaron. Y los urbanistas y arquitectos. Como es posible que la justicia no sirva de nada ante el robo al que asistimos¡.
Y que haremos con todos los negacionistas, les pediremos cuentas o sencillamente haremos como con los economistas convencionales…nada.
les incerteses en temes ambientals son l’unica esperança, perque les certeces son desesperançadores. A mes hem d’afegir el sindrome de Casandra,
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Un bon article, Ferràn!!
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Gràcies Laura!
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Puede que tengamos incrementos en la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos en todo el tercer mundo… pero basta con que los sufran los gringos para que todo cambie. Es triste pero cierto.
Lo que ahora se viene, pienso, es una revitalización de los mercados de emisiones, una fiebre por plantar eucaliptus en sudamérica y despojar a los indígenas de sus bosques, un avance brutal de la industria verde con sus grandiosas innovaciones biotecnológicas, un impulso extraordinario a las iniciativas de geoingeniería… en suma, un mayor expolio de los pobres del mundo a manos de los «desarrollados» y «concientes» del mundo.
Sea cual sea el panorama, lo único que cambia para el tercer mundo es la velocidad en que nos arrasarán… seremos arrasados igualmente.
Sé que este blog es leído principalmente por europeos. A ellos les hablo.
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Hola Esteban,
Me siento aludido como europeo; probablemente tengas razón.
En todo caso este blog es leído (por ejemplo los últimos 7 días) por españoles en un 48%, latinoamericanos 46% y resto del mundo algo menos del 6%.
Saludos cordiales.
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Cuanto mas nos acercamos al precipicio, con mayor énfasis… ¡miramos para otro lado!
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Hola Ferran,
Felicidades por tu entrada!
Por desgracia creo que queda mucho para que un presentador meteorológico televisivo nos hable del cambio climático… pero el martes dieron esta entrevista en el canal 3/24
http://www.tv3.cat/videos/4312210
algo es algo :)
Gracias por el blog!
Saludos
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Hola Pati, muchas gracias por el enlace, que no conocía.
Javier Martín-Vide es un tipo magnífico y un climatólogo excelente. Aprecio especialmente su condición de ex-escéptico (que no negacionista). Dado que es especialista en series temporales, mantuvo su escepticismo hasta que no vio por si mismo que las mediciones quedaban fuera de los márgenes de la «normalidad» climática, y ahora es un convencido que lidera el «grupo de expertos en cambio climático de Cataluña».
Tengo para mi que su discurso público es demasiado moderado (por ejemplo, 2 ºC son una catástrofe, no un límite seguro como parece sugerir en la entrevista), pero es consistente con su carácter y con su voluntad de no querer alarmar.
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Muy oportuno, Ferrán. Gracias por mantenernos al día sobre el impacto progresivo del forzamiento del clima. Sí que es sobrecogedor la rapidez con la que nos dirigimos hacia un cambio de estado. Nos dará tiempo para cambiar las estructuras económicas y de poder y encontrar así un equilibrio ecológico en nuestras sociedad?
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La esperanza actual es que Sandy contra Nueva York tenga un efecto similar al que tuvo el ataque a Pearl Harbour. En todo caso el asunto está muy muy difícil.
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Temo que la esperanza de que Sandy provoque efectos positivos (sin daño para inocentes) es nula. Las concentraciones de poder actuales son grotescas y veo imposible que esas cúpulas dejen su posición central en la economía mundial. Lo que sí veo posible (y tengo entendido de que ya está ocurriendo) es que las mismas cúpulas de poder vinculadas a la destrucción del medioambiente, se volverán «verdes», adquiriendo más y más compañías productoras de energías alternativas, por ejemplo. La probabilidad de que ese experto maquillaje verde sea suficientemente defectuoso y, por lo tanto, visible a la población mundial me parece remota.
A mi no me parece suficiente que se reduzcan las emisiones o que empecemos a dejar el petróleo, para cambiarnos a otras energías, o que plantemos más árboles en el mundo, si quienes lo hacen son los mismos que destrozaron todo y tomaron la vida de tantas personas. Para esta gente no existen cambios de mentalidad o de moral, sino conveniencia. Puede que les sea conveniente hacer ciertas cosas, pero cuando ya no sea necesario hacerlas o cuando las presiones que los impulsaron a hacerlas sean menores, seguirán como antes. Es más, reducir la concentración atmosférica de GEI puede implicar el sacrificio forzado y oculto de millones de personas (y cuantiosas ganancias!).
Si estas acciones no se toman siguiendo lineamientos éticos que consideren el bienestar de todos los seres humanos -y en especial el de quienes no tienen la culpa del desastre ambiental que presencian-, de nada serivirán, porque seguiremos siendo la humanidad injusta y brutal que somos, donde los poderosos abusan de los indefensos.
«Si le he quitado injustamente la tabla al hombre que se ahoga, debo devolvérsela aunque me ahogue yo.» -Henry David Thoreau.
Los poderosos del primer mundo han destruido el planeta, poniendo en riesgo la propia supervivencia de nuestra especie y la de las demás. ¿Es justo que sean los mismos poderosos los que remedien el desastre? Sí, claro. Ellos deberían ser obligados a hacerlo a costa de las ganancias que obtuvieron en el proceso mismo, cueste cuánto les cueste.
¿Pero cuáles son las exigencias que se les imponen en la realidad? Ninguna. En lugar de ello, se les permite crear lucrativos mercados que *quizás* remedien algo. Pero ocurre que las dos décadas de inútiles negociaciones sobre el clima demuestran que esto es sumamente dudoso. Por lo tanto, lo que se está haciendo es premiarlos con más beneficios y liberarlos de sus obligaciones.
¿no ven la similitud de esto con la crisis económica del 2008 y el rescate financiero de los bancos, que hoy resultan ser aun más poderosos que antes de la crisis?
He leído algunos artículos donde se dice, quizás como la expresión de un sentido deseo, que algún día los responsables de todo esto y los que retrasan las acciones necesarias (negacionistas) serán juzgados por crímenes contra la humanidad. Comparto ese deseo, pero no creo en él.
¿No sería necesario para ello que pudiéramos sobrevivir primero y que, además, alguno de los supervivientes tuviera poder suficiente para juzgarlos? Si entregamos el poder y nuestra supervivencia a los canallas que casi nos matan, ¿quiénes serán los héroes a quienes las futuras generaciones agredecerán por su vida y a quiénes pondrán como sus líderes y amos?
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Muy buenas noches, permítame recomendarle el siguiente vídeo donde se puede ver qué esta haciendo el congreso de Estados Unidos (pro-climate change) y los escépticos (muchos inquietantes) como Christopher Monckton mencionando que el cambio climático es bueno para el planeta :
http://www.realclimate.org/index.php/archives/2012/10/pbs-climate-of-doubt/
Ya no me ha contestado mi pregunta en el post anterior !
Gracias
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Excelente nota Ferran. Estuve leyendo bastante en estos días. Hay muy buenos artículos sobre la relación con el cambio climático y también hay muchos científicos, de los que no dudan sobre el cambio climático, que se embarran tratando de dar explicaciones. Pesa demasiado la formación, que lleva a cuantificar demasiado y tratar de explicar detalles, cuando se trata con medios de informcaión masivos.
En todos los Juegos Olímpicos hay deportistas que baten records. No cualquiera puede batir un record, ni siquiera con la mejor droga. Pero cuando un deportista excepcional bate un record y no pasa el control antidoping no hay duda: se le quita la medalla por haberse drogado. No se discute que parte del salto en alto se debió a su entrenamiento y que parte a las drogas. O si le dejamos la medalla porque igualmente lo hubiera logrado sin drogas.
Tenemos tormentas, huracanes y montones de fenómenos meteorológicos que ocurrieron siempre y siempre se batieron records, pero hoy la atmósfera ¡no pasa el control antidoping!
Ahora si, para no perder la costumbre criticona, y aunque lo entiendo en sentido amplio, donde dice «tornado» , lo cambiaría por «huracán» :)
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Gracias Nube por tu aportación; también por tu corrección
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http://kalasniblog.tumblr.com/image/34762247926
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Saludos, Ferrán. Perdona que introduzca aquí un «off topic», pero acabo de leer el artículo de un columnista del diario «la región», del cual ya conocía sus posturas negacionistas (su uso del término «calentólogo habla por sí sólo).
El caso es que en su entrada de hoy, me sorprendió con un nuevo argumento, en forma de alusión a Judith A. Curry perteneciente al Georgia Institute of Technology, quien (según él) afirma que el calentamiento registrado previamente vino causado no por las emisiones de CO2, sino por cambios en la velocidad de rotación de la Tierra (?) y la actividad volcánica.
De momento, una búsqueda somera en la red no me sirvió para encontrar referencias explícitas, y tampoco encontré alusiones a ella en tu blog. ¿qué me podrías recomendar al respecto?
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Hola Miguelón,
Respecto a Judith Curry, héroe del negacionismo contemporáneo al que se convirtió súbitamente creo que en 2009 (ella sabrá por qué), puedes visitar estos enlaces:
http://climateprogress.org/2010/11/17/confusionist-judith-curry-wicked-martin-weitzman/
http://www.skepticalscience.com/Judith_Curry_arg.htm
http://www.skepticalscience.com/baked-curry-the-best-way-to-hide-the-incline.html
Es una de las climatólogas cuyos papers científicos han sido más desautorizados (debunked).
Respecto al vulcanismo (marino) no me suena como originado por Curry, y creo recordar (pero no seguro en este momento) que es el invento de un tal Plimer, un australiano de la industria del carbón. Aunque da lo mismo, ellos se intercambian los inventos argumentales cuando hay uno que se pone de moda y ven que entra mejor que otros que requieren más vaselina. Lo del cambio de la velocidad de rotación es nuevo para mi como causa esgrimida, pues en realidad es un efecto (ver aquí)
Gracias por participar.
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Judith Curry perdió todo mi respeto cuando empezó una entrada en su blog diciendo: «ops! si esto fuera verdad, cambiaría todo lo que sabemos sobre el clima». Ya ni me acuerdo a que se refería, pero «esto» estaba tan lejos de la verdad, que era imposible que ella lo repitiera honestamente.
En su blog tienen espacio las teorías más ridículas, sin demasida crítica por su parte. Eso si, en honor a sus estudos, todavía defiende que el efecto invernadero es algo real….
Sobre lo de la rotación de la Tierra, googleá baricentro/clima, supongo que a eso se refería el columnista. Quizás algún astrólogo :( ¡pueda explicar de que se trata y como afecta el clima!
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Escribía el Sr . Ferran hace unos días que los aerosoles emitidos por las centrales termoeléctricas reducen hasta en un 75% la incidencia de rayos solares sobre la atmósfera, espero que este bien el dato, pero lo qu eintento es destacar de nuevo la importancia que tienen dichos aerosoles, y me gustaría saber cual es su opinión respecto a este artículo :
http://www.bloomberg.com/news/2012-11-13/many-coal-fired-power-plants-ripe-for-retirement-group-says.html
Dónde al parecer se dejará en Estados Unidos de usar el carbón a cambio de gas presumiendo así de una tecnología más «limpia», a mi me preocupa la opinión pública al respecto. Saludos.
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No dije eso JP, lo que dije es que atenúan el efecto invernadero del CO2 en alrededor de un 75%.
El gas natural no es ninguna solución, por mucho que la emisión de CO2 por kW sea poco más de la mitad que el carbón. Servirá para aparentar, pero poco más.
Un saludo,
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Vale muy bien entonces confundí lo que has dicho con mi interpretación, al parecer entiendo que los aerosoles impiden que exista una mayor incidencia de rayos solares, como si de una pantalla se tratara.
Ahora bien no apoyo el gas y mucho menos su limpieza lo que yo deduzco es q si las termoeléctricas se cambian del carbón al gas ya no van a emitir tanto aerosol «protector» y al cabo de un tiempo invariablemente habrá un aclaramiento donde perdemos ese 75 % de apantallamiento. Estoy bien?
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Entiendo que si, si bien habría que ver hasta qué punto el efecto de apantallamiento que desaparece queda compensdo por las menores emisiones de CO2 por kWh del gas. Hay que tener también en cuenta que en los EE.UU no todas las centrales carecen de protección; sólo las más antiguas, a las que no se obligó como se hizo en Europa. Los aerosoles de azufre de la actualidad proceden principalmente de las centrales térmicas de China y éstos, debido a las corrientes atmosféricas, se hacen más globales de lo que lo sean o hayan sido las estadounidenses o europeas.
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