Por mucho que, de repente, la negacionía profesional haya aceptado que la tierra se calienta aceleradamente a partir de un estudio de la temperatura financiado por los hermanos Koch, es mi opinión que debemos cuidarnos mucho de creer que el debate científico en público que insistentemente buscan con el único ánimo de confundir – constituye una de sus estrategias centrales – vaya a terminar pronto. La existencia del negacionismo no es producto de dudas honestas sobre los resultados científicos. El negacionismo es el empleo simulado de la generación de duda científica entre el público, con intencionalidad ideológica (económica y religiosa). En ningún caso científica. Los que lo financian lo saben muy bien, entre los cuales los hermanos Koch brillan con luz propia.
El Berkeley Earth Surface Temperature (BEST) es un instituto creado en la Universidad de Berkeley que clama ser independiente (¿de qué o de quién?), pero en realidad es un producto de la fundación Charles D. Koch y también del mil millonario libertario William K. Bowes, Jr (entre ambos han aportado $250.000 para que fueran analizados unos datos archianalizados). Estas fundaciones son conocidas por su extensa, y profunda, financiación del negacionismo climático, del negacionismo económico, y del fundamentalismo cristiano, tres promociones que suelen proceder de los mismos bolsillos. El BEST es un instituto pensado desde y para el negacionismo.
Tiene guasa que estos negacionistas de pro, con etiqueta universitaria (están en todas partes), que se han declarado ‘independientes’, y que no realizan mediciones propias sino que sólo examinan los datos que los demás exponen a la consideración pública, hayan emitido un informe diciendo que sí, que sí, que la tierra se calienta. Esto ha salido como noticia destacada en The Economist, The Wall Street Journal y The New York Times, entre muchos otros (por aquí lo he visto en Público y en El Mundo), lo que denota un profundo dominio de las agencias de PR y, en consecuencia, de los medios de comunicación. Digno del poder que exhiben las muy elevadas fortunas.
La novedad, de todas formas, es real: este informe y su responsable Richard Muller, negacionista histórico, con libro autoeditado incluido, tras décadas de negación empleando todos los medios necesarios, de repente declaran que la ciencia oficial (en su jerga, o sea, la investigación financiada con fondos públicos) está bien. Pero cuidado. Sólo en lo relativo a que la Tierra se calienta. Dicen que se ha calentado un grado en tierra.
Es como si alguien enunciara que la ley de la gravedad se cumple y súbitamente el mundo se hiciera eco de la lucidez de alguien que ha observado sus efectos.
Esto ha provocado la desorientación momentánea de la negacionía, que teme ahora tener que comerse algún marrón o quién sabe si quedarse sin trabajo. Rumores de todo tipo recorren la red. Yo les diría que no se preocupen, que están en manos expertas.
De momento los negacionistas celtibéricos andan calladitos a la espera de nuevas instrucciones. Y es que resulta muy difícil de justificar una de las mayores hipocresías que he visto nunca. El referente mayor del negacionismo organizado, un tal Anthony Watts, va diciendo ahora que el trabajo todavía no ha pasado el peer-review[1] , y va amenazando en su blog con desvelar lo que él sabe. Es el mismo personaje que hasta ahora ha sostenido que el peer-review es corrupto, y el mismo que ha insultado y maltratado a toda la comunidad científica con estudiadas malas artes. Es el principal exponente mediático de la maquinaria de negación en Internet. Este Watts, con su potente web Watts Up With That, ha emitido tanto veneno social y existencial que en situación ética normal debería de ser calificado de sujeto tóxico para el bien común, con las consecuencias que democráticamente pudieran derivarse. Es el empleo de la trampa y de la perfidia como herramienta de libre disposición, sin límite alguno, en cualquier momento y lugar. Es una actividad de delincuencia social, y de gravísimas consecuencias.
La nueva situación
Según algún punto de vista, la situación creada por la eyección y publicitación de este informe sería una buena noticia. Podría significar que, por fin, una cosa está realmente clara y ya vamos por el buen camino. Pero que alguien diga a estas alturas que el planeta se calienta, y que eso sea un notición, nos debe hacer sospechar que hay gato encerrado.
Yo veo dos. El primero es la idea estratégica de solidificar su espacio “al otro lado de debate”, y el segundo la de dárselas de honestos. Al aceptar a bombo y platillo que la temperatura está bien medida y promediada con la inestimable e imprescindible cooperación de la prensa de influencia mundial, adquirirían una legitimidad a los ojos del público que les haría aumentar un prestigio del que últimamente comenzaban a andar escasos. Se sentían ya muy fuera de juego, y no hay duda de que con esta iniciativa mediática recobran protagonismo. Qué sentido tiene sino ir exhibiendo la calificación de ‘independientes’ cuando, de esto, cero patatero, salvo su función como vaselina para científicos que ponen el dinero por delante de la verdad o como lubricante para jefes de redacción ávidos de independencia neoliberal.
Al ser el negacionismo climático un instrumento esencial de la propaganda privacionista, dispone de una dinámica propia que no tiene nada que ver con el proceso de avance científico y sus hitos. De modo que es posible predecir que esta elevación de grado tan bien gestionada por las multinacionales de PR les permita asegurar dentro de un tiempo que ellos, que son tan independientes y que saben tanto, tanto, que incluso han confirmado que la Tierra se calienta, y son tan, tan honestos, que hasta lo han reconocido, resulta que ahora han visto la luz: han encontrado que lo que realmente ocurre es que la culpa no la tiene el CO2 o, en todo caso, no el procedente de los combustibles fósiles o de la deforestación. O que su influencia es mínima. En realidad, es de lo que se trata. En definitiva, ya lo verá usted, acabarán diciendo que tenían razón.
Pueden hacerlo por esta misma vía, que es la BEST, o encontrar un vocablo todavía más penetrador. Antes de llegar ahí posiblemente publicitarán que están estudiando el asunto, con lo cual serán capaces de generar entre el público la duda y la expectación que pretenden, y situar la atención en este punto focal artificialmente creado. Dos sujetos mil millonarios, bien rodeados y autodenominados independientes, ahora resulta que le hacen la competencia mediática al mismísimo IPCC de Naciones Unidas, supuestamente dependiente. Desde luego, en técnicas de comunicación son auténticos maestros, y saben muy bien cómo explotar todas nuestras debilidades psicológicas y entresijos disfuncionales. La primera misión de un think-tank[2] de éxito no es otra que establecer los términos del debate, y su tempo.
Esto que anuncio o una cosa equivalente es algo que puede muy bien ocurrir y podríamos verlo, posiblemente, dentro de algunas semanas o meses. A corto plazo será interesante examinar hacia dónde dirigen el foco. Por ahora, un físico conocido por su oportunismo aparece como el converso principal, confesando sus penas de ex-escéptico por los grandes rotativos del mundo y transmutado en calentólogo por obra y gracia de un estudio pagado por los Koch y sus correligionarios, asaltadores de todas las esquinas, incluidas las universitarias.
El negacionismo climático, como el negacionismo económico de la internacional privacionista, son lo mismo. Comparten ideología y estructuras, son presos del razonamiento inverso y adolecen profundamente de falta de conexión con la realidad. Además se les ve muy a menudo mezclados con el fundamentalismo cristiano (versión apocalíptica), con una promiscuidad de grupo mucho mayor de lo que pueda parecer. Todos ellos tienen en común la negación de que las leyes de la física supongan límites infranqueables al saber y al quehacer.
Con la imprescindible asistencia de su maquinaria de persuasión, actúan siempre con la misión de intentar condicionar las opiniones de todos los públicos. Lo han conseguido con Público que, al informar del hallazgo, celebra que los BEST hayan sido tan transparentes. Contrariamente a lo que, afirma Miguel Ángel Criado, parece deducirse del climategate, uno de los hitos del negacionismo organizado que apareció justo antes de la conferencia de Copenhague. Esto no es cierto en absoluto y el bautizado por ellos como climategate no ha conseguido demostrar práctica indebida ninguna, como han evidenciado las decenas de procedimientos judiciales y de investigaciones académicas que se han realizado desde entonces. Lo que realmente consiguió poner de manifiesto, y sigue exhibiendo, es la potencia de la maquinaria negacionista, que alcanza a confundir hasta las mejores voluntades.
En Internet también ganan por goleada. Todo esto lo hacen de forma tramposa y, por tanto, ilegítima. Desafortunadamente, la maquinaria de persuasión privacionista es uno de los poderes de la sociedad que no dispone, hoy por hoy, de contrapoder moderador real.
Es preciso primero idearlo y, después, crearlo.
Notas
[1] Revista científica académica cuyos textos son revisados previamente por expertos del mismo campo
[2] Instituto de generación de opinión
Felicidades por tu blog, creo que es de lo mejor que hay en castellano.
Una cosita, ¿qué libros recomendarías sobre el cambio climático? ¿Qué opinas de los de Tim Flannery?
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Gracias, José M. Cada día los hay mejores.
TIm Flannery bien, aunque no he leído el último. De los traducidos al español, a mi me gusta especialmente el de Los tres Jinetes del Cambio Climático, de William Ruddiman. Los dos últimos de James Lovelock son muy didácticos.
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Totalmente de acuerdo con tu análisis de esta situación!!! gracias
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Gracias a ti por seguirme.
Un saludo, Nube.
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Gracias por seguir en la brecha. Curioso este viraje del negacionismo, cierto. No parece que sea una muestra de conversión sincera y constructiva. Habrá que ver qué estrategia siguen para cubrir sus tan poderosos intereses, como dices. Un saludo
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Brillante. Gracias.
Nube negra.
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Gracias a ti por seguirme.
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Si me permites, creo que la traducción correcta de «libertarian» es más bien ultraliberal. Libertario en castellano es sinónimo de anarquista (¡válgame Dios!). Por lo demás el asunto es divertido porque parece que el resultado ha pillado a la negacionía por sorpresa. Se ve que los Murdoch no han explicado a todos sus compañeros de viaje lo de su cambio de estrategia. La más graciosa es Curry: dice que el estudio esta bien, que es un principio, pero que ahora falta analizar los datos de los oceanos. Una manera como otra cualquiera de cambiar de tema… pero este asunto ¿no era para evaluar el efecto de la isla urbana? ¿sabe Curry que no hay ciudades sobre el oceano?
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Es verdad, es lo mismo. También se les conoce como «anarco-capitalistas».
Todo esto es un auténtico despropósito. A mi entender sólo adquiere sentido en el marco más amplio que propongo.
Gracias por participar, Confusio.
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Esto se hunde y por una vez, no creo que se vayan de rositas.
Lo peor que le puede pasar a un traficante de droga es empezar a consumirla y a un negacionista creerse sus propias mentiras.
La información se puede manipular pero mas temprano que tarde la verdad nos golpeará. Desde mi punto de vista, el negacionismo pretende sencillamente eludir las responsabilidades penales y políticas por sus propios actos, solo pretenden la impunidad por los crímenes económicos. Si ya no pueden sostener que la Tierra no se está calentando y acaban admitiendo que si lo hace, ahora centraran sus estrategias de confusión en el por qué lo hace y quién es el responsable. Supongo que a partir de ahora empezarán a abundar las noticias de que son los chinos o los desesperados que queman el carbón vegetal. Estos ultraliberales quieren libertad sin responsabilidad, si han reconocido la existencia del delito, que se preparen las víctimas para ser encausadas.
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Estoy de acuerdo. Son responsables.
Pero no lo admitirán. Dirán que son ciclos naturales, etc.
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Más evidencias, si cabe, de que el cambio climático irá a más…De momento, según un estudio publicado en Nature (una de las revistas sospechosas para los escépticos creyentes…), ya no hay nada que se pueda hacer para evitar una elevación de 2 ºC en la atmosfera.
Se puede leer en http://petrole.blog.lemonde.fr/2011/11/06/trop-tard-pour-limiter-le-rechauffement-a-2%C2%B0c-selon-nature/#xtor=RSS-32280322 y en
http://www.nature.com/nclimate/journal/v1/n8/full/nclimate1258.html.
Salu2
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