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Usted no se lo cree

Divulgación científica y comunicación sobre cambio climático y escasez energética: una visión multidisciplinar

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Jóvenes democráticos reales del 15-M: ¿Ni una palabra sobre el cambio climático? ¿No os indigna? »

Mariano Marzo: por fin alguien dice las cosas como son (o casi)

28/03/2011 por Ferran Puig Vilar

Mariano Marzo, en trabajos de campo (abril 2009)

Mariano Marzo es catedrático de estratigrafía de la Universidad de Barcelona, y especialista en recursos energéticos. Llevaba años deseando que alguien con la autoridad científica suficiente dijera, en alguna lengua peninsular, las cosas que él dice. He ido siguiendo alguna de sus intervenciones relacionadas, principalmente, con la escasez energética, casi siempre en medios minoritarios. Cuando supe que, el pasado 21 de marzo, pronunciaba la conferencia de inauguración del II Fòrum sobre Medi Ambient i Món Local promovido por la Diputación de Barcelona, me organicé para ser uno de los asistentes.

Mariano Marzo se ha preparado a conciencia:

–          Esto yo no lo he dicho y usted está buscando indebidamente un titular. Los datos que manejo son todos de fuentes oficiales (Agencia Internacional de la Energía, por ejemplo) y están a disposición de todo el mundo, también de usted.

Algo así le respondió, sólo levemente alterado, Mariano Marzo a un periodista que le entrevistaba para una televisión local después del acto, y que le inquirió acerca de sus predicciones apocalípticas. De esta forma demostró no sólo ser un excelente comunicador, como fue a todas luces evidente durante su parlamento, sino conocer bien las claves y dinámicas de los medios de comunicación. Algo realmente imprescindible para quien siente la responsabilidad, y tiene la valentía, de abandonar la comodidad de las aulas y los laboratorios para salir a la luz pública a dar a conocer a sus conciudadanos las verdades que muchos se resisten todavía a creer, y que otros evaden en perjuicio de todos.

Además de la selección y organización de la información, que debió de dejar a los asistentes clavados en sus butacas a la vista de la que se avecina, lo que más aprecié de Mariano Marzo fue el final de su intervención. Un final positivo. Dadas estas circunstancias, deberíamos hacer esto y aquello. Otra cosa es la probabilidad de ocurrencia que él atribuya a cada una de las opciones que planteaba, y la factibilidad de algunas de ellas, terreno que evitó. Sea como fuere, quienes encontramos serias dificultades para concluir con mensajes esperanzadores, y sufrimos por ello, no podemos dejar de apreciar el esfuerzo del filósofo Jordi Pigem en sus propuestas, más cercanas a lo metafísico (1), y ahora el de Mariano Marzo en su orientación más cercana, más del establishment y, así, más digerible y receptiva por parte de (sólo) algunos medios. Claro que una metáfora final referida a la existencia de cisnes negros en Australia debió ser la mejor de las formas de dar a entender, a quien quisiera entender, que sólo algo muy cercano a un milagro, hoy por hoy ni tan sólo imaginable, puede librarnos de un colapso, conocido hace mucho tiempo, pero sólo hoy incipientemente tomado en consideración.

En lo que sigue efectuaré un breve resumen de la charla de Mariano Marzo, que lo fue bajo el título: “El trilema energético: seguridad de suministro, economía y medio ambiente”, y me permitiré algunos apuntes al final.

Mariano Marzo enmarca bajo el lema “las tres E’s” el trilema actual: Ecología, en términos de cambio climático; Energía, en términos de la seguridad de suministro; y Economía, en términos del crecimiento (supuestamente) necesario.

Comenzó recordando que el 81,25% de la energía primaria mundial se obtiene de los combustibles fósiles, a la que hay que añadir la biomasa (la leña, digamos) empleada por dos mil millones de personas y a la que se refirió como “la energía de los pobres”. Por su parte, el 30% de la población mundial consume el 77-80% del total de energía primaria. Los elementos éticos estuvieron implícitos en todo el discurso de Marzo.

Comienza el baile de cifras. Desde 1950 hasta 2011, la población se ha duplicado. El consumo energético se ha multiplicado por cinco, y el producto interior bruto mundial se ha multiplicado por siete. Las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera se han multiplicado por cuatro[1]. Estos datos le llevaron al comentario de que culpar a los combustibles fósiles de la totalidad del problema es como culpar a una bala del daño que produce, sin considerar el arma que la impulsa ni la voluntad de quien la acciona.

Ecología: la claridad y contundencia de la identidad de Kaya

La identidad de Kaya asistió al conferenciante para entrar en la esencia del discurso. Esta ecuación, totalmente intuitiva, determina la intensidad de las emisiones de CO2 por la concurrencia, o sea, multiplicación, de cuatro factores, a saber:

P:         Población mundial
RPC:   Renta per cápita global
IE:       Intensidad energética global, o julios por unidad de PIB
IC:       Intensidad de carbono en el mix energético global – el porcentaje de energía útil obtenido mediante combustibles fósiles

La cantidad de CO2 que se queda en la atmósfera se obtiene de restar al producto de estos cuatro factores  el dióxido de carbono que pueda ser secuestrado por medios naturales o inducidos (vegetación y océanos; captación y secuestro del CO2 en origen, etc).

Comencemos observando que, si alguno de estos factores es cero, entonces las emisiones serán cero, tal como se suele tener ya por necesario con la mirada puesta en 2050. Pero si algo puede ser aquí cero es el cuarto factor, y en qué medida esto puede llegar a conseguirse lo explicó Marzo algo más adelante.

Sobre el primer factor no es posible actuar significativamente, y el segundo factor es un tabú ideológico. Así, Marzo señaló que estos dos factores son reflejo, y constituyen, el paradigma social dominante. De modo que los dejamos como están, o sea, creciendo. En todo caso, la Agencia Internacional de la Energía, en su informe International Energy Outlook de 2010, presenta la figura adjunta, donde se puede observar en un mismo gráfico la evolución histórica de los cuatro factores de Kaya y una estimación de cómo podrían evolucionar a corto y medio plazo.

Pero veamos ahora los otros dos factores sobre los que, en principio, es posible actuar políticamente, en tres escenarios y con la mirada puesta a 25 años vista. La fuente sigue siendo el International Energy Outlook más reciente.

Escenario 1: Con las políticas actuales

En este escenario se estima un aumento de las emisiones de CO2 del 45,4% en 2035, lo que correspondería, según indicó, a un aumento de la temperatura media de la Tierra superior a 3,5 ºC cosa que, señaló, resulta inaceptable. Del 81,25% de energía primaria procedente de combustibles fósiles se pasaría a un 79,5%, con un aumento del uso del carbón del 27% al 29,26%.

Escenario 2: Nuevas políticas

Se supone aquí que se implementan al completo todos los nuevos acuerdos políticos hoy vigentes. En este caso, el empleo de combustibles fósiles se habría reducido al 73,7%, y la temperatura media de la Tierra aumentaría en unos 3,5 ºC. También es inaceptable.

Escenario 3: Escenario 450

En este caso se supone que se implementan políticas tales que supongan que la concentración atmosférica de CO2 se estabiliza en 450 ppmv[2]. El consumo de combustibles fósiles en 2035 sería del 62,3%. Esto supondría que, con un 50% de probabilidad, la temperatura media del planeta aumentaría alrededor de 2ºC.

Estos valores se refieren al conjunto mundial, en la medida de que la concentración atmosférica de dióxido de carbono tiene lugar a nivel global. Que los escenarios 2 y 3 sean verosímiles dependerá de cosas como que, por ejemplo, China, con 30 vehículos por cada 1000 habitantes, renuncie a los 500 vehículos por cada 1000 habitantes de la Unión Europea o a los 700 de los Estados Unidos. O que nosotros aceptemos que con 30 ya nos basta. Una idea de la magnitud del problema es el consumo de petróleo mundial: 160.000 litros por segundo.

El grifo de la energía

Esta era la primera E, la de Ecología. Para la segunda, la de Energía, lo primero que hay que tomar en consideración es el denominado pico del petróleo. Mariano Marzo se refería a menudo a que el problema del trilema debía formularse correctamente, y en este punto insistió en que el framing popular respecto a la problemática del petróleo es su escasez cuando, en realidad, el problema no reside en la capacidad de la barrica, sino en las prestaciones del grifo. No son tan importantes las reservas de petróleo mundiales, sobre las que hay cifras dispares y mucho secretismo, sino el flujo de producción, es decir, la capacidad industrial de movilizar a tiempo esa inmensidad de litros de petróleo por segundo. Lo mismo aplica al gas natural y al carbón.

Este hecho ya fue puesto de manifiesto nada menos que por el National Petroleum Council en 2007, en un informe titulado Hard Truths. Enfrentando el grave problema energético. Una visión integral de la industria del petróleo y el gas natural en el mundo hasta el año 2030[3] (2).

Respecto al petróleo esa capacidad ha llegado ya al límite pues, según la Agencia Internacional de la Energía, no se espera que en 2010-2035 la producción mundial de crudos convencionales supere el máximo de 70 millones de barriles al día alcanzados en 2006, y esto siempre y cuando se pongan en producción nuevos yacimientos ya descubiertos y, lo que resulta mucho más hipotético, que se descubran nuevos yacimientos de los que todavía no se tiene noticia y que esto suceda a un ritmo tal que, de hecho, revierta totalmente las tendencias actuales. Actualmente, por cada tres litros de petróleo producidos se localiza sólo uno que no se conocía, y en ubicaciones de acceso mucho más difícil. Los yacimientos convencionales están reduciendo ya su producción a un ritmo del 7,5% anual, y que lo sería del 10% si no se estuvieran realizando fuertes inversiones para intentar minimizar la reducción del flujo de producción.

Lo interesante es que la Agencia Internacional de la Energía nos dice que, en los próximos diez años, habría que poner a punto una nueva capacidad de producción  equivalente a tres veces la actual de Arabia Saudita, número que se elevaría a siete en los próximos 25 años. Si este mismo razonamiento se aplicara al gas natural, el resultado es que hay que desarrollar, en los próximos 20 años,  una capacidad productiva de este combustible equivalente a dos veces la actual Rusia.

Todo ello lleva a estimar que el precio del petróleo sufrirá un importante incremento a corto y medio plazo. A moneda constante, el escenario 1 lleva a 135 $/barril, el escenario nuevas políticas a 113 $/barril y el escenario 450 a 90 $/barril. Recordemos que el 95% del transporte mundial, imprescindible para la economía globalizada actual, está basado en el petróleo, y ni biocombustibles ni energías renovables tienen las prestaciones suficientes como para sustituirlo.

Economía y el coste de las acciones

De modo que hemos llegado a la tercera E, la de Economía. En este punto Marzo evidenció la inmensa cantidad de recursos económicos que los países consumidores transfieren a los países productores, y la significación de estas cantidades a la vista de los nuevos precios. Desde luego, una deuda externa mayor, que para España  supone más de 20.000 millones de euros anuales, correspondientes al 65% del déficit comercial. En puridad doctrinal ultraliberal esto podría no ser un problema, puesto que estos recursos revertirían en los estados consumidores y permitirían realizar nueva inversión. Pero no, puesto que, si bien la tasa de ahorro de la OCDE es del orden del 5%, y el resto se destina a consumo e inversión, en el caso de los países de la OPEP la tasa de ahorro es del orden del 40% con lo que, además de la pérdida de independencia de nuestras sociedades, si es que esto tiene hoy algún sentido, nuestro creciente empobrecimiento como país queda bien de manifiesto.

En estas circunstancias, los beneficios acumulados por la exportación de petróleo y gas natural de los países de la OPEP y Rusia se multiplicarían por seis en el período 2008-2030 respecto a los del período 1985-2007 (comparación de 22 años antes y después de 2007). Aunque advirtió que el think tank[4] en cuestión pertenece al lobby judío, lo que podría sesgar los resultados, mencionó un estudio del Institute for the Analysis of Global Security que muestra bien a las claras el nuevo orden mundial que esta situación podría promover. Según este estudio, a 100 $/barril la OPEP podría comprar el Bank of America con los beneficios de dos meses, Apple Computers con los de dos semanas y General Motors con los de 6 días. Si espera tres años podría comprar el 20% de todas y cada una de las 500 empresas del S&P[5].

Cuidado, porque estas estimaciones de futuro acerca del barril de petróleo se realizaron hace poco más de tres años, suponiendo un precio base del barril mucho menor. Al escribir estas líneas, el precio ronda los 115 $/barril.

Marzo dedicó varias diapositivas pero poco tiempo a analizar las posibilidades planteadas en la Unión Europea con respecto a los escenarios presentados. Como no me creo en absoluto que nada de ello vaya a ocurrir debo reconocer que desconecté unos minutos, y me quedé únicamente con la cifra de los fondos necesarios como para que el menos malo de los escenarios considerados pudiera ocurrir: 516.000 millones de dólares del 2008 de aquí al 2020 y $1.251.000 millones entre 2020 y 2030 (3).

La pirámide de Maslow (social)

Frente a este panorama y el aturdimiento del auditorio es el momento de aportar respuestas que eviten la depresión colectiva, aunque ya advirtió Marzo que no hay solución mágica (mencionó el anglicismo silverbullet, o ‘bala de plata’). Esto acabará como con el tabaco, con prohibiciones y precios por las nubes, señaló. En todo caso, las respuestas se encuentran, asimismo, detrás de otras tres E’s: Eficiencia, Ahorro (en catalán Estalvi) y Educación. Destacó otra E, esta a evitar: la del Electoralismo.

La piràmide de Maslow, transportada del individuo a la sociedad

Pero estas E no tienen la misma prioridad, y aquí Marzo presentó lo que yo encontré una pequeña genialidad. Se trata de una extensión de la pirámide de Maslow[6], aplicada ahora a las necesidades sociales, que puede verse en la figura. Recordó que en la Tierra habitan 1.500 millones de personas que no tienen acceso a la energía, y que esa debería ser la prioridad principal. El segundo nivel lo formaría la seguridad y fiabilidad del suministro, el tercero la eficiencia en costes y la cuarta la eficiencia en recursos. La madurez social consistiría en la aceptabilidad de la nueva situación, colocada ésta en la cúspide de la pirámide de necesidades.

Terminó conectando con el tema de las jornadas al mencionar los dos escenarios que la petrolera Shell ha definido como alternativos: el scramble scenario, o escenario de confrontación, y el blueprints scenario, aquél más colaborativo en el que un conjunto de iniciativas, muchas de ellas a nivel local, van convergiendo hacia una nueva realidad.

Llegados hasta aquí voy a permitirme algunos comentarios acerca del enfoque que Mariano Marzo dio a su presentación.

Algunas acotaciones

De entre la riqueza de metáforas con que nos obsequió a quienes las consideramos elemento imprescindible para la comunicación al gran público de problemas complejos debí responder con una mueca al oír la de la bala, el revólver y quién lo maneja. Es posible que Mariano Marzo no sea consciente de la inmensidad y mecanismos de la mayor maquinaria de desinformación jamás ingeniada, aquella destinada a negar las consecuencias del incremento de gases de efecto invernadero sobre el sistema físico. De haberlo sabido (ver Ellos lo sabían) ¿lo hubiéramos permitido? ¿Quién ha disparado la bala sabiendo que era asesina? ¿Los consumidores de energía, ignorantes de los peligros? ¿O quienes no lo ignoraban, y se organizaron para ocultárnoslo?

Porque instalarse en 2011 en un escenario de 450 ppm, presentándolo implícitamente como deseable (aunque en ningún momento dijo Marzo tal cosa), por difícil y caro que sea de alcanzar, sólo es posible si, al entrar en el auditorio, se deja en la puerta la literatura científica publicada desde 2005. De esta forma se permite que la audiencia se balancee entre el último informe del IPCC y el celebrado informe Stern de 2007, ése cuyo autor, economista líder de la London School of Economics, lo consideró inválido nada menos que al año siguiente de publicarlo. En efecto, declaró no tanto que se había quedado corto, sino que se había quedado muy corto, manifestación que recogió nada menos que el Financial Times (4). Por ejemplo, si no se tiene en cuenta que el sistema climático y el ciclo del carbono se influencian mutuamente a través de un lazo de retroalimentación positiva, y que las emisiones de gases por parte de la biosfera ya se han iniciado, son crecientes, y son irreversibles (ver Las emisiones de CO2 y metano del permafrost ártico ya se han iniciado y serán netas en los años 2020. El proceso es irreversible). Por ejemplo, si no se considera que la estabilidad del sistema climático se encuentra en concentraciones de dióxido de carbono inferiores a 350 ppm, y que ya hemos superado las 390 ppm. Lo recuerda bien claro James Hansen, el climatólogo jefe de la NASA, en su último paper[7]:

“Concluimos que la Tierra, en los períodos interglaciares más cálidos, era menos de 1 ºC más caliente que en el Holoceno[8], y que los objetivos para limitar la temperatura inducida por la humanidad a 2 ºC o a concentraciones de CO2 de 450 ppm son prescripciones para el desastre… Se requiere una rápida reducción de las emisiones procedentes de combustibles fósiles para que la humanidad pueda preservar un planeta parecido a aquél en el que se ha desarrollado la civilización.” (5) [énfasis añadido]

No es la primera vez que Hansen se expresa así. Ya a principios de 2008 estableció, junto a otros diez científicos signatarios del paper, las 350 ppm como límite máximo, logrando el acuerdo, explícito unas veces e implícito siempre, de la comunidad científica de mayor nivel académico:

“Si la humanidad desea preservar un planeta similar a aquél en que se ha desarrollado la civilización y al que se ha adaptado la vida de la Tierra … el CO2 debe ser reducido de su concentración actual de 385 ppm a 350 ppm como máximo … Si el rebasamiento actual de este objetivo de CO2 no es breve existe la posibilidad de sembrar efectos catastróficos … Este calentamiento adicional de 1,4 ºC todavía por venir es debido a la lenta retroalimentación del albedo[9] de la Tierra, en particular la desintegración de las placas de hielo y el cambio en la vegetación.” (6) [énfasis añadido]

De modo que, además de los ~0,8 ºC que ya se han producido, quedan todavía 1,4 ºC por realizarse, dado el retardo inherente al sistema climático. No debe pues extrañarnos que una Tierra 4 ºC más caliente cerca de mitades de este siglo sea ya una convicción creciente entre la comunidad científica. El pasado mes de enero, la revista académica Philosophical Transactions of the Royal Society of London dedicaba un número entero a un mundo 4 ºC más caliente que el promedio preindustrial, donde se puede leer que:

“… a pesar de las declaraciones de alto nivel en contrario, la probabilidad de mantener el incremento de la temperatura media global por debajo de +2 ºC es mínima o inexistente.” (7) [énfasis añadido]

Estos textos son referencias principales, pero son centenares, si no miles, los trabajos que apuntan a las mismas conclusiones. Debemos recordar que el aumento de la temperatura es exponencial y no proporcional, ni al tiempo, ni a las emisiones. No en vano escribe Mark Lynas, autor del libro Six Degrees, premiado por la Royal Society of London, la institución científica más antigua del mundo, en referencia a estudios realizados en los que intervino nada menos que la Stockholm Network, la red de think tanks más ultraliberales y negacionistas del mundo (a la que pertenecen, por ejemplo, la FAES y Catalunya Oberta):

“Todos los escenarios presentan una desaparición total del hielo en el Ártico; desiertos extendiéndose y estrés hídrico en las zonas subtropicales[10]; fenómenos meteorológicos extremos e inundaciones; y fusión de los glaciares de los Andes y del Himalaya. De ahí la necesidad de centrase más en la adaptación: son impactos con los que la humanidad va a tener que lidiar, cualquiera que sea el resultado de las acciones a nivel político.” (8) [énfasis añadido]

Otras dos acotaciones que puedo presentar en este momento se refieren, una, a la marginalidad de la tecnología de captura y secuestro de carbono en las propias plantas de generación de energía eléctrica mediante carbón o gas natural, señaladas por Marzo como una posibilidad, debido a limitaciones de carácter fundamental. Ingenieros de la Universidad A&M de Texas en el Journal of Petroleum Science and Engineering señalaron hace menos de un año que:

“Las implicaciones de este trabajo son profundas… ninguna de estas circunstancias presagia buenas perspectivas para el secuestro geológico del CO2, y los hallazgos de este trabajo sugieren claramente que no es una forma práctica de reducir sustantivamente las emisiones de CO2, por mucho que haya sido presentado así por parte de otros.” (9)

La otra tiene que ver con el grifo del carbón, que hasta hace bien poco se consideraba lejano en términos generacionales. Un paper en la revista científica de mayor impacto mundial, Nature, señalaba hace poco (ver: Noticia de impacto en Nature: el pico energético del carbón es inminente):

“El cénit de la producción de carbón puede producirse dentro de unos pocos años… Un estudio pesimista [ref] publicado en 2010 concluyó que la cantidad de energía obtenida con el carbón puede alcanzar su máximo en 2011… El shock económico del crecimiento del precio del carbón será experimentado por todos y cada uno de los sectores de la sociedad.” (10) [énfasis añadido]

Las cosas están mucho, pero muchísimo peor, de lo que Mariano Marzo nos dijo de forma explícita pero, hoy por hoy, apenas estamos dispuestos a admitir su discurso, que no es apto para menores (con reservas). Es posible que no seamos todavía lo bastante adultos.

El límite de la corrección política

El límite de lo políticamente correcto en la esfera pública no es estático, afortunadamente, y Mariano Marzo se sitúa justo en esta frontera, sin rebasarla en ningún momento (ver La corrección política en cambio climático: del negacionismo al optimismo de la voluntad). Si lo hace por convicción o por necesidad, en la medida de que es la única forma de maximizar la atención y la audiencia incluso en los foros más selectos, no es aquí lo importante. Lo importante es la existencia de un geólogo de prestigio, buen conocedor de estos asuntos, excelente comunicador, y que tiene la valentía de situarse en el fiel de la balanza para no decir nada que no pueda ser fundamentado en las fuentes que habitualmente maneja la clase política y periodística, pero no decir tampoco nada de aquello que, aunque se encuentre ya contrastado en la literatura científica más rigurosa, ninguno de nosotros desea dar por cierto y a muchos les hace desviar la atención o cargarse al mensajero [ver Por qué, probablemente, usted no se lo cree]. Ha encontrado el enfoque adecuado, a saber, el económico, que es el único que el poder sabe escuchar. El poder, y también muchos de nosotros, que, sin poder alguno, nos encontramos presos de la econocracia que el automatismo cibernético de los mecanismos del ultraliberalismo nos ha impuesto como pensamiento, no ya de referencia única, sino adecuadamente polarizada hacia el darwinismo social, medido en términos, económicos por supuesto, como motor de progreso.

Muchos otros científicos – de hecho, todos – deberían seguir su ejemplo y ejercer la responsabilidad que la sociedad ha puesto en sus manos, difundiendo estos mensajes con la autoridad que la mayoría de nosotros todavía les atribuimos. Muchos otros, sean o no climatólogos o geólogos, sean de las ciencias naturales o de las ciencias sociales, están en perfectas condiciones de asumir el papel de portavoces que el momento histórico que les ha tocado vivir, y la profesión que han elegido, les exige. Pero, a diferencia de Mariano Marzo, no lo hacen,  a pesar de ganarse la vida gracias a todos nosotros.

¿No han oído hablar del deber de socorro? ¿Y de su omisión?

Notas

[1] Podemos ver ahí la intensa correlación consumo energético – PIB, corregido por las mejoras de eficiencia, y la correlación emisiones – consumo energético, corregido por el creciente uso de gas natural y de otras energías no fósiles, como la nuclear.

[2] Partes por millón en volumen

[3] Este informe debió de ser un revulsivo de la mayor magnitud en los foros elitistas de todo el mundo. Era la primera vez que la industria del petróleo hablaba del cambio climático como una realidad y, aunque con un lenguaje muy ponderado, aceptaba implícitamente que el CO2 es el causante (2). Lo interesante es que, cuando se emitió este informe, el Consejo Nacional del Petróleo estaba presidido por Lee R. Raymond, que dos años antes había abandonado la presidencia de ExxonMobil desde donde financió la mayor  parte de la propaganda negacionista que tanto daño ha hecho y que hoy todavía nos invade y condiciona.

[4] Traducido generalmente cono ‘centro de estudios’ o ‘instituto de análisis’. Yo les denomino ‘motores del satus quo’, que no es otra cosa para lo que sirven (ver Cómo informar con rigor en materia de cambio climático: 1. Wording (3))

[5] Es posible así conjeturar que en 15 años se habrá hecho con el control económico mundial

[6] La Pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas, es un concepto bien conocido en psicología propuesto por Abraham Maslow

[7] Trabajo de investigación publicado en una revista académica reconocida. Estos artículos han sido revisados y contrastados por expertos competidores previamente a su publicación. Puede haber errores, pero es muy raro que ocurran y, llegado el caso, suelen ser puestos de manifiesto pocos meses después de su publicación. Con más motivo en este campo.

[8] El Holoceno es la denominación con que en geología se conoce el período que comenzó hace unos 12.000 años hasta el inicio de la era industrial. Desde 1750 (aprox.) hasta el presente está tomando carta de naturaleza oficial  la denominación Antropoceno, en razón de considerar que el hombre se ha convertido en el factor de influencia geológica más determinante.

[9] Reflectividad de la Tierra respecto a los rayos solares

[10] Una de las zonas subtropicales es la nuestra; en general la mayor parte del hemisferio norte habitado.

Referencias

  1. Jordi Pigem (2010) – Revalorar el món: Els valors de la sostenibilitat – Consell Assessor per al Desenvolupament Sostenible – Generalitat de Catalunya – Julio de 2010 – Premi de Filosofia de l’Institut d’Estudis Catalans – http://www15.gencat.cat/cads/AppPHP/images/stories/publicacions/paperssostenibilitat/2010/pds_15_web.pdf
    “Com és lògic, en el cas de societats o persones en condicions precàries, hi ha una clara correlació entre l’augment dels béns materials i l’augment del benestar. Però més enllà d’un cert llindar de consum de béns materials, la satisfacció personal no augmenta i fins i tot pot tendir a minvar, ja que generalment l’increment del consum va acompanyat de l’increment de l’estrés i de la disminució del lleure i del contacte amb la família, amb els amics i amb la natura. Aquest llindar es pot establir al voltant dels 100 gigajoules de consum d’energia per càpita i any, [ref] o d’un determinat nivell d’ingressos. Amb les dades de l’Enquesta Mundial dels Valors es pot deduir que la satisfacció vital declarada tendeix a augmentar fins arribar a uns ingressos d’uns 15.000 dòlars anuals, però a partir d’aquesta xifra d’ingressos la correlació desapareix (vegeu la figura 4).»
  2. Hardtruths. Enfrentando el grave problema energético. Una visión integral de la industria del petróleo y el gas natural en el mundo hasta el año 2030 – Consejo Nacional del Petróleo (National Petroleum Council) – 18/07/2007 –  http://www.npc.org/Hard_Truths-Translations/HARDTRUTHS_Spanish.pdf
    “Por su naturaleza, el cambio climático es global. Las emisiones de CO2 provenientes de la quema de combustibles fósiles contribuyen al flujo general de carbono entre la atmósfera, la tierra, y los océanos. A través de la mezcla en la atmósfera, el CO2 emitido en cualquier lugar del mundo se distribuye por todo el globo.”
  3. Energy Efficiency Plan 2011 – European Commission COM(2011) 109 final – 08/03/2011 – http://ec.europa.eu/energy/efficiency/action_plan/doc/20110308_efficiency_plan_act_en.pdfFiona
  4. Harvey and Jim Pickard – Stern takes bleaker view on warming – Financial Times – 16/04/2008 – http://www.ft.com/cms/s/d3e78456-0bde-11dd-9840-0000779fd2ac
    “The Stern report on climate change underestimated the risks of global warming, its author said on Wednesday, and should have presented a gloomier view of the future. “We underestimated the risks … we underestimated the damage associated with temperature increases … and we underestimated the probabilities of temperature increases,” Lord Stern, former chief economist at the World Bank, told the Financial Times on Wednesday.»
  5. James E. Hansen and Makiko Sato (2011) – Paleoclimate Implications for Human-Made Climate Change – Belgrade Milankovitch Symposium – Published online 18/01/2011 – NASA Goddard Institute for Space Studies and Columbia University Earth Institute, New York – Peer reviewed http://www.columbia.edu/~jeh1/mailings/2011/20110118_MilankovicPaper.pdf
    “We conclude that Earth in the warmest interglacial periods was less than 1°C warmer than in the Holocene and that goals of limiting human-made warming to 2°C and CO2 to 450 ppm are prescriptions for disaster. Polar warmth in prior interglacials and the Pliocene does not imply that a significant cushion remains between today’s climate and dangerous warming, rather that Earth today is poised to experience strong amplifying polar feedbacks in response to moderate additional warming. Deglaciation, disintegration of ice sheets, is nonlinear, spurred by amplifying feedbacks. If warming reaches a level that forces deglaciation, the rate of sea level rise will depend on the doubling time for ice sheet mass loss. Gravity satellite data, although too brief to be conclusive, are consistent with a doubling time of 10 years or less, implying the possibility of multi-meter sea level rise this century. The emerging shift to accelerating ice sheet mass loss supports our conclusion that Earth’s temperature has returned to at least the Holocene maximum. Rapid reduction of fossil fuel emissions is required for humanity to succeed in preserving a planet resembling the one on which civilization developed.”
  6. James Hansen et al (2008) – Target Atmospheric CO2: Where Should Humanity Aim? – The Open Atmospheric Science Journal 2:217-231 – 01/02/2008 – NASA Goddard Institute for Space Studies and Columbia University Earth Institute – 10 authors – Peer reviewed
    “If humanity wishes to preserve a planet similar to that on which civilization developed and to which life on Earth is adapted … CO2 will need to be reduced from its current 385 ppm to at most 350 ppm … If the present overshoot of this target CO2 is not brief, there is a possibility of seeding irreversible catastrophic effects … This further 1.4 ºC warming still to come is due to the slow surface albedo feedback, specifically ice sheet disintegration and vegetation change.”
  7. Kevin Anderson and Alice Bows (2011) – Beyond ‘dangerous’ climate change: emission scenarios for a new world – Philosophical Transactions of the Royal Society of London A 369: :20-44 doi:10.1098/rsta.2010.0290 – Published online: 29/11/2010 – Tyndall Centre for Climate Change Research + School of Mechanical, Aerospace and Civil Engineering + School of Environmental Sciences and School of Development, University of East Anglia; Sustainable Consumption Institute, School of Earth, Atmospheric and Environmental Sciences, University of Manchester – Peer-reviewed
    “The analysis suggests that despite high-level statements to the contrary, there is now little to no chance of maintaining the global mean surface temperature at or below 2◦C. Moreover, the impacts associated with 2◦C have been revised upwards, sufficiently so that 2◦C now more appropriately represents the threshold between ‘dangerous’ and ‘extremely dangerous’ climate change.”
  8. Mark Lynas – Climate chaos is inevitable. We can only avert oblivion – The Guardian – 12/06/2008 – http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2008/jun/12/climatechange.scienceofclimatechange
    “Stockholm Network thinktank + Met Office Hadley Centre: ‘agree and ignore’ – peak 2045 = 4,85 ºC; ‘Kyoto plus’; peak 2030 = 3,31 ºC; ‘step change’ peak 2017 = 2,89 ºC … This means that all scenarios see the total disappearance of Arctic sea ice; spreading deserts and water stress in the sub-tropics; extreme weather and floods; and melting glaciers in the Andes and Himalayas. Hence the need to focus far more on adaptation: these are impacts that humanity is going to have to deal with whatever now happens at the policy level.”
  9. Christine Ehlig-Economides and Michael J. Economides (2010) – Sequestering carbon dioxide in a closed underground volume – Journal of Petroleum Science and Engineering 70:123-130 doi:10.1016/j.petrol.2009.11.002 – 28/04/2010 – Department of Petroleum Engineering, Texas A&M University; Department of Chemical Engineering, University of Houston – Peer reviewed
    “The implications of this work are profound. A simple analytical model shows immediate results very similar to those that take hours to produce with numerical simulation. Much more important, the work shows that models that assume a constant pressure outer boundary for reservoirs intended for CO2 sequestration are missing the critical point that the reservoir pressure will build up under injection at constant rate. Instead of the 1–4% of bulk volume storability factor indicated prominently in the literature, which is based on erroneous steady state modeling, our finding is that CO2 can occupy no more than 1% of the pore volume and likely as much as 100 times less. This work has related the volume of the reservoir that would be adequate to store CO2 with the need to sustain injectivity. The two are intimately connected. In applying this to a commercial power plant the findings suggest that for a small number of wells the real extent of the reservoir would be enormous, the size of a small US state. Conversely, for more moderate size reservoirs, still the size of Alaska’s Prudhoe Bay reservoir, and with moderate permeability there would be a need for hundreds of wells. Neither of these bodes well for geological CO2 sequestration and the findings of this work clearly suggest that it is not a practical means to provide any substantive reduction in CO2 emissions, although it has been repeatedly presented as such by others.”
  10. Richard Heinberg and David Fridley (2010) – The end of cheap coal – Nature 468:367-369 doi:10.1038/468367a – 18/11/2010 – Post-Carbon Institute – Peer reviewed
    “We believe that it is unlikely that world energy supplies can continue to meet projected demand beyond 2020. Therefore, new limits on energy consumption will be essential in all sectors of society — including agriculture, transportation and manufacturing — and will be imposed by energy prices and shortages if they are not achieved through planning and policy.”

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Publicado en Divulgación, Economía, Energía | Etiquetado Calentamiento global, Cambio Climático, Comunicación, Copenhague, Divulgación, Política del cambio climático, PSicología del cambio climático | 16 comentarios

16 respuestas

  1. en 28/03/2011 a 14:16 Antonio Turiel

    El problema de fondo es que si se nos está agotando el tiempo en la carrera por evitar el colapso energético, como bien podría ser el caso, Mariano aún es demasiado moderado… Es difícil encontrar ese equilibrio al que aludes, Ferrán. Yo tengo miedo cada día de haber ido ya demasiado lejos.

    Salu2.

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    • en 28/03/2011 a 15:26 Ferran P. Vilar

      Hemos ido demasiado lejos porque se nos ha ocultado información sistemáticamente. Tu trabajo y el mio, y el de Héctor, y otros que se van sumando, cada uno en su ámbito, debería servir para ir despertando de ese sueño inducido. PEro llega un punto en que uno se da de bruces con la ética de la responsabilidad de Max Weber y ahí, amigo, el terreno es muy pantanoso.

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  2. en 28/03/2011 a 14:17 stefano puddu

    Ferran, felicitats per aquest resum, i per la generositat que suposa haver-ho escrit.
    Una abraçada, stefano

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    • en 28/03/2011 a 15:20 Ferran P. Vilar

      Gràcies Stefano. El personatge s’ho mereix per la valentia. Fora dels laboratoris científics fa molt de fred però és molt fàcil cremar-se.

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  3. en 28/03/2011 a 14:31 hector Pistache

    això es molt valuós, merci pel treball ben fet Ferran,
    att,
    ¬hector

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    • en 28/03/2011 a 15:21 Ferran P. Vilar

      Gràcies Héctor.

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  4. en 29/03/2011 a 03:14 Camino a Gaia

    Completamente de acuerdo. Los científicos deberían movilizarse y tomar una actitud activa en cuanto al cambio climático y la tragedia que se avecina. Son los únicos con la autoridad moral y científica para convencer y concienciar a la población, que no olvidemos se sigue rigiendo por el principio de autoridad a la hora de dar por ciertas las previsiones.

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  5. en 31/03/2011 a 03:45 Esteban Bruna

    Siempre excelentes tus artículos, Ferran. Este lo tenía en una laaaaarga cola de lecturas pendientes.

    Lo difundo por facebook, que vale la pena leerlo.

    —

    Lo que no puedo dejar de preguntarme es qué hacer ante una tan aplastante realidad, a parte de dedicar muchas horas diarias a difundir información, opinión y reflexión sobre ella.

    Necesitamos cosas concretas que hacer. No cositas, sino cosas relevantes y grandes.

    Tal vez el primer paso sea comenzar a sentirnos como parte de un gran equipo global, en el que todos nos dirigimos en una misma dirección, al menos desde el punto de vista de las intenciones.

    ¿Cómo nos adaptamos a lo que viene de manera real?

    ¿Qué enseñamos a nuestros hijos para que puedan enfrentar el mundo que recibirán?

    No dejo de preguntármelo… no puedo.

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    • en 31/03/2011 a 09:35 Ferran P. Vilar

      Yo añadiría, seguramente por edad, el hecho de sentirse perteneciente a la generación y a una civilización que ha contribuido, con sus actos (los míos), a que todo esto esté ocurriendo. Y a pasar a la historia como la que ha destrozado civilizaciones, paisajes, y causado dolor y muerte a miles de millones de personas. Puedo alegar desconocimiento, engaño… pero los actos ahí están.

      Colega, eres presa del burnout climático, categoría ya definida por la American Psychological Association. Yo también lo he sufrido. Es terrible, y resulta recurrente. Es pernicioso (también para el entorno respecto a ti). Una forma de atenuarlo es hacer como tu y yo: escribir, darlo a conocer para provocar reflexión en los demás.

      Tengo este tema en una laaaarga cola de entradas pendientes. Si quieres saber de qué va esto y algunos remedios ahí va un aperitivo:

      Coming out of the closet: My climate trauma (and yours?)
      Our Moral Obligation

      Y este testimonio demoledor:

      Informe de la American Psychological Association

      Me gustaMe gusta


      • en 31/03/2011 a 15:46 Esteban Bruna

        Gracias, Ferran.

        Ahora que lo dices, me doy cuenta de que, efectivamente, lo que experimento cada día se podría aproximar mucho a un síndrome post traumático. Más de una vez lo he descrito como «el trauma de abrir los ojos a una realidad horrenda».

        Y es que el futuro no es para menos. Lo menos que puede hacerle a la pobre mente de un ciudadano que vive convencido de que el mundo seguirá como hasta ahora, que tendrá hijos felices y que les proporcionará bienestar y bla-bla-bla, es golpearlo con la fuerza con que nos ha golpeado a nosotros.

        Pienso que, una vez abiertos, los ojos del conocimiento ya no se pueden cerrar, por más esfuerzos que se hagan. Considerando esto, es mejor tomar en nuestras propias manos el problema y dedicar todos los esfuerzos a evitar que más gente siga caminando hacia el presipicio… y, de ser aun posible, encontrar maneras de adaptarse a sobrevivir, al menos, al borde del barranco.

        Por supuesto, esta perspectiva, nos devuelve casi a nuestra condición humana primitiva: volver a la permanente incertidumbre sobre la supervivencia. Millones de años atrás tal vez la pregunta permanente era si algún depredador nos devoraría subitamente, sin darnos oportunidad de decir «adios». Pero eso no cambia el hecho de que hoy nos volvemos a encontrar con lo que somos: seres buscando la supervivencia.

        ¿Cómo usaremos lo que hemos aprendido para sobrevivir y, de paso, construir un mundo nuevo en el que se conserve la memoria de los errores pasados?

        Madre! más preguntas!

        Me gustaMe gusta


  6. en 19/04/2011 a 22:06 eneko

    Saludos del Pais Vasco. Gracias, Ferrán.

    Se ve, una vez más, que la proyección real se va decantando rápidamente. Va siendo hora de una reflexión crítica profunda por parte de todos, claro. Para divulgar la acuciante verdad, como decís, y para desvelar la mentira estructural de nuestra sociedad.

    Yo estoy convencido, sin embargo, de que esta completa involución ecológica es perfectamente coherente con el género humano. No es circunstancial, debida a factores extraordianarios. Es consustancial a nuestra forma de ser y de pensar. El hombre siempre justificará su statu quo, y cuando tenga que reconocer el apocalipsis lo referirá a Dios o al Diablo. Pero siempre lo asumirá en su fase irreversible, no antes. Porque no está en contacto con la realidad. Y con objeto de justificar su papel en este puro desfase, recurrirá de lleno al CINISMO, en cuya etapa inicial ya estamos entrando. Proclamará días internacionales y campañas a favor de, ayudas institucionales de todo tipo, y mostrará incluso solidaridad a niveles desconocidos (todo llegará)… pero lo hará con la más descabellada inutilidad, y con el objetivo subyacente de tapar el fondo del asunto: la necesidad de reinventarnos el mundo. Es mi sincera opinión.

    Un abrazo grande.

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    • en 20/04/2011 a 11:46 Ferran P. Vilar

      Tal vez haya otra forma de verlo. O no estamos lo bastante preparados culturalmente para reto tan imponente, o no estamos ni siquiera lo bastante evolucionados para poder anticipar ciertas circunstancias del futuro. Entiendo que lo segundo no aplica, pues es bien cierto que hemos desarrollado métodos y procedimientos para poderlo prever. Recordemos además aquellos pueblos primitivos (y fieras) que huyeron a las montañas poco antes del tsunami de Indonesia en 2003.

      De modo que, si somos capaces de saberlo ¿por que no actuamos en consecuencia? Pueden influir aquí distintas cuestiones psicológicas, pero cabe preguntarse qué ocurriría si todo esto fuera portada de todos los periódicos, cada día, y los telediarios comenzaran, por ejemplo hoy, atribuyendo los ‘nunca vistos’ incendios de Texas a la sequía que todos los modelos climáticos anuncian para el sudoeste americano.

      No podemos saberlo si no lo vivimos, y me cuesta por tanto creer que este silencio mediático (con su correspondiente brutal desinformación) sea meramente debido a insuficiencias de la especie. Por el momento lo atribuyo a severas insuficiencias de algunos miembros de la especie. En cambio, es posible que el nivel actual de desarrollo cultural no permita todavía definir a estas personas como delincuentes sociales (al igual que comienza a hacerse incipientemente con algunos sujetos financieros) pero no tengo dudas de que cuando, por ejemplo dentro de 10.000 años, se estudien los motivos por los cuales esos descendientes nuestros viven en un inmenso vertedero repleto de edificios submarinos cercanos a las costas, mirarán a la generación nacida en los años 1950 y descubrirán la villanía, maldad e hipocresía insuperable de muchos de los latifundistas de nuestra época.

      Saludos cordiales desde un pueblo de Tarragona.

      Me gustaMe gusta


  7. en 06/05/2011 a 11:32 eneko

    Nuevamente te saludo, Ferrán.

    Pienso que estos años serán claves para ver el devenir que toma nuestra sociedad.

    A propósito, quería preguntarte qué opinas sobre la acusada proliferación de tornados que estamos viviendo, si hay razones para atribuirla al cambio climático, ya que justamente he leído lo contrario en algunas webs.

    Esperando nuevas entradas… un abrazo.

    Me gustaMe gusta


    • en 06/05/2011 a 13:40 Ferran P. Vilar

      Nunca es posible atribuir directamente un fenómeno meteorológico concreto al calentamiento global, eneko. Sin embargo, su creciente proliferación en condiciones de forzamiento antropogénico si es una predicción robusta de la ciencia del clima.
      Para mayor información, ver aquí: ¿Es posible atribuir los fenómenos meteorológicos extremos al calentamiento global?
      Vendrán nuevas entradas, si. A partir de junio, sobretodo, que ahora ando un poco liado.

      Me gustaMe gusta


  8. en 31/01/2012 a 19:03 ignacio

    Solo puedo decir «bravo» por fin alguien piensa en un futuro lejano, es la unica manera de solucionar los «verdaderos» problemas de la humanidad, con soluciones para un futuro proximo, solo conseguimos pan para hoy y hambre para mañana.

    Bravo Mariano! sigue trabajando por el bien del planeta, animo, no te sientas solo!!!

    Me gustaMe gusta


  9. en 18/12/2012 a 13:04 Fleischman

    Justo esta semana he visto un doc de NG («Cambio climático en España») donde Mariano Marzo contaba lo de los 160.000 litros por segundo. Pero justo antes o después un responsable de Acciona, creo, decía que con energías renovables se podrían satisfacer todas nuestras necesidades actuales (le faltó añadir «y futuras», jeje), por lo que al final se transmite la sensación de «no pasa nada, ya inventarán algo».

    Por cierto, sobre el secuestro de carbono yo creo que lo fundamental es que, simplemente, no cabe: «One cubic meter of oil creates three cubic meters of appropriately-compressed CO2» (de la web de Tom Murphy, que supongo conoces: http://physics.ucsd.edu/do-the-math/2011/09/putting-the-genie-back/).

    Un saludo.

    Me gustaMe gusta



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