«En lo tocante a la ciencia, la autoridad de un millar no es superior al humilde razonamiento de una sola persona.» – Galileo Galilei, físico y astrónomo italiano.

Nullius in Verba, lema de la Royal Society británica. Simboliza la potencia del método científico, basado en la evidencia contrastada y que puede ser cuestionada por cualquier persona, independientemente de su rango
El extraordinario avance que la ciencia ha experimentado a lo largo de los últimos siglos sería debido, según muchos autores, a dos fenómenos complementarios:
1. La descomposición de los problemas en sus partes, para ser analizadas individualmente por separado. Esta idea tomó forma a partir de Descartes
2. La asunción generalizada del «método científico» y la universalidad y libertad de expresión científica bajo cauces institucionalizados generalmente aceptados (publicación – y eventual refutación – de los trabajos de investigación en revistas sometidas al escrutinio de expertos)
Así, para conocer con el mayor detalle el sistema climático de la Tierra y su dinámica, es preciso caracterizar matemáticamente todos sus componentes (atmósfera, hidrosfera, criosfera, litosfera y biosfera), lo que exige una especialización que se encuentra formando parte de una o más de las siguientes disciplinas académicamente establecidas:
- Ciencias de la Atmósfera
- Meteorología
- Oceanografía
- Glaciología
- Geología
- Biología (incluye zoología)
Las cuales, haciendo todas ellas uso de las ciencias básicas tales
- Física
- Química
- Matemáticas
Conducen a la caracterización del sistema completo, normalmente a cargo de la disciplina integradora, relativamente reciente, de la Climatología –como campo conectado, pero independiente, de la meteorología, de donde surgió- y sus especialidades, tales como la Paleoclimatología y la Dendroclimatología, entre otras. Estamos pues frente a uno de los campos más interdisciplinares del conocimiento humano (1).
Yo quisiera añadir aquí la Automática, cuyo origen se encuentra en la ingeniería. Aunque no se la considera una ciencia básica, está extremadamente desarrollada desde el punto de vista matemático y dispone de herramientas que, mediante la ‘teoría de control’ llevan casi un siglo aplicándose a la ‘ingeniería de sistemas’, aunque su empleo, curiosamente, parece estar todavía poco extendido en el terreno climatológico (2).
Ralf Cicerone, presidente de la National Academy of Sciences de Estados Unidos manifestó en 2006 que «el calentamiento global es el tema científico más cuidadosa y ampliamente estudiado en toda la historia de la humanidad». No tengo ninguna duda, aunque no parece que hayan incorporado estos principios en toda su extensión hasta fecha muy reciente.
Sea como fuere, la climatología es hoy una disciplina apasionante para quienes la ejercen. Corinne Le Queré [1], en una charla reciente en el Museo de la Ciencia de Barcelona (Cosmocaixa), la comparó con la astronomía durante el Renacimiento. Esto es así porque la consecución de un conocimiento exhaustivo queda todavía lejos, si bien los datos fundamentales, y desde luego muchos más, son bien conocidos – y sus consecuencias que, gracias a la ciencia, tenemos la suerte de conocer por adelantado, muy peligrosas.
También las ciencias sociales
Estas disciplinas se refieren a las ciencias exactas y a las naturales. Sin embargo, no pueden hoy separarse estas ciencias de los resultados que ellas mismas nos anuncian. El problema que describen es de tal magnitud, y las respuestas necesarias de tan alto calado, que tengo para mí que es imprescindible la integración de todo el conocimiento humano, incluyendo por supuesto las ciencias sociales. Ciencias políticas, económicas, sociología [2], historia, geografía humana y demografía, ecología humana, y desde luego la psicología, individual y social. Para la comunicación entre ellos y hacia la sociedad es importante la participación de los lingüistas y filólogos. Los abogados sólo para redactar, que el derecho internacional tendrá que ser revisado en su totalidad.
Demos campo a los académicos. No han sido los académicos quienes nos han llevado hasta aquí. Bien al contrario, llevan años, décadas, avisándonos. Han sido sobretodo los no académicos (y no científicos) quienes han hecho el daño y además nos han ocultado la verdad a sabiendas.
No han superado la prueba de la realidad, y está por ver si estamos a tiempo de recomponer el desaguisado.
Mi esperanza es que algún día, a no mucho tardar, que no tenemos tiempo, los mejores cerebros de cada área se reúnan, en cónclave, en lugar cómodo y confortable, bien comunicados, y no abandonen el lugar hasta haber encontrado planes viables que ofrecernos. Que se tomen el tiempo necesario hasta la fumata blanca. Sé que es un pensamiento ingenuo, pero no veo otra solución. Queda por saber cuál sería el criterio de elección de estos señores. Una participación popular suficiente se me antoja condición imprescindible para que sus resoluciones tuvieran alguna posibilidad de ser aplicadas con éxito.
Se acabó la guerra de las ciencias. Se acabaron los lenguajes distintos, incluso contrapuestos. Reconciliación. Una reconciliación pragmática de las ciencias debe producirse sin proceso, simplemente ‘de facto’. Para ello es necesario, única y exclusivamente, que todo el mundo se dé cuenta de la gravedad de la situación. De que sean oídas las palabras de Ban Ki-Moon en 2007: ‘Esto es una emergencia y, en situaciones de emergencia, son necesarias acciones de emergencia’.
El secretario general de Naciones Unidas lo dijo en 2007. ¿Usted lo sabía? Probablemente, no. Yo tampoco ¿Por qué? ¿No le parece que esto debió de haber sido primera página de todos los periódicos a cinco columnas? ¿Y no parar de recordarlo desde entonces?
Nos lo han ocultado. ¿No? Síganos y lo sabrá
[1] Climatóloga de gran prestigio mundial, de origen quebequés pero fichada por la Universidad británica de East Anglia. Conferencia pronunciada en el Museo de la Ciencia de Barcelona en el marco del programa internacional SOLAS, 17/11/2009
[2] El cambio climático es, de forma inherente, un problema social. ¿Qué están haciendo los sociólogos? (3)
¡¡Bien Ferran, bien!! Me parece interesante esta pausada entrada didactica que abre puertas a los no introducidos. Y la bibliografía un detalle.
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Gracias, amigo. Me anima.
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¡¡ Enhorabona !!. Un post necesari per als que encara en costa entendre que aquet maravellós planeta fa cami cap al desastre…
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Hola
Como sociologo de guardia le diré que buena parte de nosotros estamos literalmente ATERRADOS. Tenemos que entrar en contacto.
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Hola Pedro,
Hace poco le comentaba a un alto responsable de medio ambiente de la Generalitat, científico, que la respuesta se encuentra no en las ciencias ‘físicas’ o ‘duras’, sino en su integración con las ciencias ‘sociales’. En particular le mencionaba la sociología. Estaba de acuerdo, aunque está por ver si obrará en consecuencia. Me complace saber de vuestra motivación.
Te escribo esta noche. Muchas gracias por participar.
Un fuerte abrazo.
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sus resultados) Usted no se lo cree? I really really want to read through even far
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